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viernes, 1 de junio de 2012

China: Capítulo 3 - Chengdu, Guilin y Yangshuo


Llegamos al aeropuerto de Chengdu que es bonito y moderno (el vuelo de Air China piola, salvo por el desayuno, que se me ocurrió pedir el oriental que era como un arroz aguado asqueroso). En esta ciudad viven como 6 millones de personas, lo que a hace una de las más grande del país y una de las que muestra mayores tasas de crecimiento. Chengdu es la capital de la provincia de Sichuan y es acá uno de los mejores lugares para ver pandas gigantes (los pandas típicos, porque también los hay rojos) Para ir a la pocilga, nos tomamos una micro y el metro. El hostal es muy choro, la pieza podría ser un poco mejor, sobre todo la cama porque es súper dura y además es con baño compartido.

Como estábamos cansados por el viaje (nos habíamos levantado a las 4 AM) aprovechamos de dormir el resto de la mañana. Salimos a almorzar y pasamos a la Plaza Tianfu donde hay una gran estatua del compañero Mao. Luego de eso fuimos al Parque del Pueblo (People’s Park) el cual es muy bonito, tiene una laguna con botes, gente jugando a distintas cosas, música en vivo y lo mejor de todo, las casas de té. Éstas tienen mesas en unos sectores del parque y al comprar un té te puedes sentar, pero cada persona debe comprar uno y te traen la taza (o vaso) y un termo gigante con el que puedes rellenar la taza todas las veces que quieras. La gente iba en masa a estas casas, se sentaba a copuchar, jugar cartas, estudiar, pololear, en fin cualquier actividad y esto acompañado de comer semillas de maravilla (parecen pájaros). Además de eso pasan tipos ofreciéndote masajes o una limpieza de oídos (dicen que es muy buena, pero nos dio nervios, ya que usaban unos fierros grandes que hacían vibrar). Después del té pasamos a un supermercado y vuelta a la pocilga ya que para la noche habíamos comprado entradas para la ópera.






Nos pasaron a buscar y nos llevaron al teatro. Al final lo que vimos, más que una ópera, era un mix con todos los shows típicos. La cosa parecía como los shows de varieté de Martes 13 (para los más jóvenes o los que no se acuerdan, un programa de Canal 13 donde hacían musicales, iban magos, malabaristas, grandes figuras de espectáculo y el 1,2,3 Nescafé con anteojos 3D). Así es como vimos una comedia (una especie de payaso), un tipo que tocaba erhu (instrumento de cuerda y arco chino), sombras chinas (muy buenas), marionetas, acróbatas, malabaristas y lo mejor de todo el show de cambio de mascaras, donde unos tipos (y una marioneta) se cambiaban las mascaras en un abrir y cerrar de ojos, genial. Si bien no era lo que teníamos en mente, la cosa fue muy buena y entretenidísimo ya que a pesar de lo cansado que estábamos no nos dio sueño.





Al día siguiente fuimos a visitar el Templo Wen Shu, que tiene muchos jardines, piletas con peces y tortugas y edificios bien bonitos.  Después paseamos algo por el barrio que es todo en arquitectura china antigua, muy lindo. Después de almorzar, fuimos de compras, vimos cosas electrónicas (no eran caras, pero tampoco nada maravilloso) y de outdoor. Fuimos a una tienda que era como un Home Center pero de puras cosas de camping (y otros deportes)… para nosotros por lo menos un paraíso (solo compramos unas chucherías). La lata es que se nos anduvo pasando la hora, ya que habíamos tomado un tour en bicicleta por la ciudad y para poder llegar nos fuimos de vuelta a la pocilga en taxi, pero el tipo se equivocó y se anduvo perdiendo un poco y no alcanzamos a llegar (no perdimos plata, porque el tour era gratis, pero nos dio mucha lata porque nos tincaba bien choro). Aprovechamos de tomarnos unas cervezas (te regalaban una y yo me tome la mía y la de la Paula), conectarnos a internet para ver cosas del paseo que íbamos a hacer al día siguiente, ver pocilgas en nuestros próximos destinos y conocimos a una pareja de catalanes que están haciendo lo mismo que nosotros, así que muy choro conversar y compartir las experiencias en los distintos lados.










El paseo de este día era ir a Leshan, que es una ciudad que está como a 150 Km de Chengdú y que tiene al Buda más grande del mundo, el cual esta tallado en la roca de un cerro. Durante toda la noche llovió y en la mañana aún lo hacía, pero igual decidimos seguir con nuestra idea (era el único día que podíamos hacerlo). Para ir a Leshan, nos tomamos un bus y luego de las 2 horas de viaje llegamos. Par ir al parque donde esta el Buda gigante, nos tomamos un taxi (tuvimos que negociar con varios, ya que nadie quería poner taxímetro). Finalmente llegamos al parque (claro que el taxi nos dejó en la puerta equivocada y tuvimos que caminar un poco). Entramos al parque y este tiene unas cuevas con estatuas de buda, piletas con dragones, esculturas de tigres y muchísimas escaleras. Finalmente llegamos a donde está el templo principal y junto a él el famoso buda gigante y de verdad que es muy grande e impactante. Está tallado en la roca del cerro y mira hacia el río (hay paseos en bote para verlo desde el agua, pero no aportan mucho). Por suerte como el día había estado feo cuando salimos de Changdu (ahora hacia un poco de calor primaveral), la cosa no estaba llena, menos mal, porque todas esas escaleras llenas de gente habrían sido terribles.













Después de ver el buda gigante, seguimos paseando por el parque y fuimos a las cuevas de Mahama Tombs y al templo de Wuyou que para llegar cruzamos un puente muy bonito y caminamos por el bosque. En este templo además de tener las típicas cosas como imágenes de buda, tiene muchísimas estatuas de monjes, una especie de ángeles budistas, todos son con distintas poses, muy choros. A la vuelta, nos fuimos en micro hasta el terminal de buses y regresamos a Chengdu. Ya en la ciudad caminamos un poco por el borde del río, viendo los edificios con luces.






 
A la mañana siguiente nos levantamos bien temprano, porque por fin iríamos a ver la razón principal de nuestra visita a este lugar… los Pandas Gigantes. Para ir a ver a los osos, fuimos al Panda Breeding Centre, que es una reserva donde estudian a los pandas y ayudan a su conservación, logrando reproducirlos en cautiverio (súper difícil). En el lugar lo primero que vimos fueron los pandas rojos que son como una mezcla entre zorro y mapache… bonitos, pero no es lo que venimos a ver y además que ya los habíamos visto antes en unos zoológicos. Luego de eso por fin el momento esperado, vemos a una mamá panda con sus hijos y de verdad que los pandas son bacanes, dan ganas de abrazarlos, juegan entre ellos, se suben a unos arboles, la mamá los reta y separa las peleas o juegos bruscos, de verdad que uno quería quedarse todo el día viéndolos, lo único que no hicieron fue Kung.Fu, pero los vimos comer sentados y echados. Los pandas se supone que eran carnívoros, pero se transformaron en herbívoros y su dieta se basa en comer bambú. A los dos nos encantaron los pandas, son tiernos, graciosos (son medios “pata corta”), en fin son adorables. Luego de estar mucho rato viendo los pandas (también vimos de nuevo a los pandas rojos), pasamos a ver un video del centro y un museo de los pandas que se supone que son de la época de los mamut, perezosos y tigres dientes de sable (Kung Fu Panda podría salir en la película de la Era del Hielo). Después de una mañana “pandástica” volvimos a la pocilga.












Luego de hacer el check out, fuimos a ver un mercado donde vendían principalmente ropa y cachivaches. Aprovechamos de almorzar por allá y a puras señas logramos que nos entendieran lo que queríamos. Luego fuimos a otro mall de cosas electrónicas (al final solo a mirar) y vuelta para recoger las cosas y partir al aeropuerto. Luego de poder chequear las mochilas (ver el “no sea idiota”), comimos algo y volamos a Guilin (en la provincia de Guangxi). Al llegar a destino, nos estaban esperando (con cartel con nuestro nombre) para llevarnos al hostal (llegamos como a las 11 de la noche y contratamos que nos vayan a recoger al aeropuerto) y al llegar, nos dan nuestra pieza que está bien, aunque un poco húmeda. Lo malo fue que no nos tomaron el tour a las terrazas de arroz para el día siguiente que habíamos pedido por internet, así que tuvimos que sumarnos a otros tipos que iban a hacer algo parecido pero no en tour, algo mas independiente.

Al día siguiente nos levantamos temprano, desayuno, unos panes y salimos con destino a las terrazas de arroz de Longji, conocidas como el “Espinazo de Dragón”. El grupo con que fuimos eran unos alemanes y una niña de Holanda. Para llegar al lugar nos demoramos casi 2 horas por unos caminos bastante regulares. Llegamos a la aldea de Dazhai nuestro punto de partida de un trecking por los cerros llenos de plantaciones de arroz. Para recorrer el lugar sin perdernos tuvimos que contratar a una guía local que es de una etnia minoritaria que se llama Yao, que se caracterizan porque las mujeres tienen el pelo muy largo y para llevarlo se lo enrollan en la cabeza. El paisaje del lugar es increíble, ver esos cerros llenos de terrazas verdes, de verdad que es muy lindo. El recorrido que hicimos fue de más de 4 horas, esto sin considerar la hora extra en que pasamos a almorzar a una casa de gente local. Nos cocinaron y comimos una buena comida donde lo que más nos llamó la atención fue el bambú (no es malo) y que todo lo cocinaban a fuego como en los scouts. Como dijimos, todo esto fue una muy bonita experiencia, el lugar es maravilloso, muy tranquilo, oyes las aves, el agua corriendo, es un lugar ideal para sentarse a mirar y no hacer nada. Finalmente creemos que salimos ganando con el recorrido que hicimos, porque fue algo más autóctono que los típicos tours de la zona. Claramente al volver al hostal estábamos muy cansados así que después de una buena ducha y comer, nos fuimos a dormir.















A la mañana siguiente partimos a Yangshuo, que es un pueblo que está como a 80 km de Guilin y que se encuentra a las orillas del río Li. Para llegar tomamos un tour que nos llevaría a recorrer el rio en bote. Esta parte del rio se caracteriza por la belleza de las rocas, vegetación y cerros que lo rodean (incluso una imagen de acá es la que aparee en los billetes de 20 yuanes). El paseo fue muy bonito y después de almorzar algo y hacer una parte del recorrido en bus, llegamos a Yangshuo. Luego de perdernos un poco, logramos llegar a nuestro hostal y tomamos un paseo en la noche para ver la pesca con cormoranes (pájaros). La cosa consiste en que el tipo va remanando con unos focos y suelta a los cormoranes para que ellos pesquen, pero éstos no se pueden tragar los peces porque llevan una cuerda o alambre en el cuello que se los impide. El tipo después recupera los pescados y le da de comer al pájaro. Es súper interesante ver como lo hacen. Al final te puedes sacar fotos con los cormoranes, que igual son grandes y pesados. Yangshuo está más enfocado al turismo, de hecho a mucha gente no le gusta porque dicen que no es la “verdadera” China, ya que acá la gente habla más ingles y en las calles se ve mucho turista extranjero (proporcionalmente a la población del lugar). A nosotros por lo menos nos gustó, ya que por fin pudimos hablar con gente local como en esa noche en el bar del hostal donde conocimos a varios chinos y pudimos compartir con ellos (ellos están aprendiendo ingles, así que se acercan muy amistosamente y de curiosos también).














Al día siguiente nos costó un poco salir, pero finalmente arrendamos unas bicicletas para salir a recorrer (toda la gente que habíamos conocido y que estuvo por acá nos dijo que era lo mejor que se podía hacer). Luego de parar a almorzar y conversar con una niña que estudiaba dibujo, comenzamos con el paseo en el que anduvimos como 5 horas paseando por las orillas del río Yulong. El paseo estuvo muy bueno, con mucho calor, pero con unas lluvias intermitentes. Todo bien hasta que me caí en una escalera de piedra (refalosa por la lluvia) y me saque la mugre (me acordé mucho de mi papá), en realidad sólo me golpeé, pero más allá del dolor y un buen moretón, no me pasó nada. Después de eso el pedaleo, sumado a que ya estábamos cansados y que nos perdimos un poco, comenzó a hacerse más latero. Aun así llegamos hasta el puente Dragón, que es un puente antiguo, bonito y con una linda vista. A la vuelta, la Paula se acostó a dormir (estaba muerta) y yo fui a comer algo y como era la última noche en China, me comí un rico pescado y unas berenjenas salteadas con otras verduras, muy rico.








A la mañana siguiente nos pasaron a buscar temprano para ir al aeropuerto de Guilin. El aeropuerto es bien reguleque y la parte internacional la abrían más tarde (no nos sirvió de nada llegar temprano). Finalmente nos embarcamos sin ningún problema y dejamos China para ir a Phuket en Tailandia, parando a hacer escala unas horas en Kuala Lumpur (Malasia), donde sólo nos quedamos en el aeropuerto. Ya habíamos estado antes allí, así que nos dio lata salir con todas las cosas. Bueno como se imaginaran lo que viene ya es parte del próximo capitulo. Sabemos que vamos un poco atrasados (llegamos a Tailandia el 8 de Mayo), pero ya nos vamos acercando más.

Cosas Raras: Si bien la moto ha comenzado a quitarle el sitial de honor a la bicicleta como el medio de transporte principal de estos lados, aún hay gente que la usa incluso bien cargada con unos paquetitos (ver foto). Acá hemos visto mucho a parejas que andan vestidos iguales (como hermanitos), tal vez creen que es porque así son almas gemelas… es muy ñoño. Es conocido también el tema de las falsificaciones, pero hay algunas muy chantas como la polera de desconocido diseñador que sale en la foto. En los mercados además de cosas truchas, hay cosas realmente raras como las chalas de USA Obama. Acá hemos visto que son buenos para colarse, pero saltarse el peaje de la carretera rompiendo la barrera ya es como mucho, pero lo más divertido del asunto es que a los 2 minutos apareció una niña con una barrera de repuesto, al parecer eso es pan de cada día. El futbol no es el deporte más popular en China (en realidad no se cual es), pero que en el aeropuerto de Guilin estaba lleno de letreros con Kaka (jugador brasilero, que hace buen tiempo que no hace nada) promocionando un producto local. Finalmente (ha sido larga esta sección) por fin le pudimos sacar una foto  un pantalón rajado (es la mejor foto que tenemos).






¡Hágalo Por Favor, No Sea Idiota!: Esta vez, por unanimidad, la cosa idiota no fue de ninguno de los dos, si no que de un tercero. Resulta que en el aeropuerto de Chengdu recién terminado de chequear el equipaje (que no sabemos porque acá son tan lentos en los counters)  nos llama la tipa que estaba a cargo de seguridad porque tenemos algo extraño en una de nuestras mochilas (¿?)… la tipa muestra mi mochila y dice que hay unas granadas a dentro, si leyó bien GRANADAS. Inmediatamente se nos vino a la mente “Cuchilla Filosa” Bascur (acaso estamos en presencia de Granada Droguett), pero con la diferencia que era imposible que lleváramos alguna (a menos que alguien haya abierto mi mochila en un momento de descuido y las puso sin que supiésemos). La tipa me muestra en la maquina donde supuestamente están los explosivos y me hace sacarlos. Resultado final, las cadenas para amarrar las mochilas (que estaban como una pelota), la espuma de afeitar y el perfume eran las supuestas granadas. Incluso me tuve que echar perfume para mostrarle a la pobre huevona (si porque esto parece ser mas de ahuevonado que una simple idiotez) que no tenía nada. Lo más chistoso es que más atrás en la fila venia un tipo holandés que también tenía una bomba, que esta vez era un Ipod y su cargador. Las conclusiones son que esta tipa además de ser una pobre estúpida, era su primer día y le gustaba cargar a los extranjeros, porque a ninguno de los locales les dijo algo.    

Encontramos la foto de la “Mujer Manguera” y no es cualquiera, es la “Mujer Manguera Flotante Tailandesa”… como el próximo capítulo es de Tailandia, por fin la conocerán.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola! Estamos organizando nuestro viaje a China, y nos gustaría saber cómo contactasteis con
la guía local para hacer el trekking por la terrazas de arroz, estaríamos interesadas en hacerlo igual.
Un saludo!