Luego de recorrer India y China necesitábamos unas buenas vacaciones (vacaciones de las vacaciones) y relejarnos sin hacer ni pensar en nada. Por eso volvimos a Tailandia, pero esta vez a las playas. Estos días han sido bastante atemporales, por lo que ponernos a contar que hicimos en cada uno no tiene mucho sentido y seria un poco aburrido, así que mejor vamos a contarles un poco de cada lugar y las cosas más importantes que hicimos. También para no ser tan extensos vamos a separar nuestro paso por las playas en dos capítulos, el primero de la costa oeste (Mar Andaman) y el segundo de la costa este (Costa del Golfo)
Nuestro primer destino fue Phuket uno de los lugares más populares de Tailandia. Nuestra idea acá en realidad era pasar sólo unos pocos días ya que después queríamos ir a otros lados más relajados. Phuket en realidad es una isla que esta conectada con un puente al continente. La isla es bastante grande (es la isla más grande de Tailandia) y el lugar donde decidimos quedarnos es Hat Karon. La pocilga era bastante buena, AC, TV, refrigerador, Wi-Fi, sólo el colchón era más o menos. La playa estaba a como 4 cuadras y había re poca gente. La playa es bonita, con arena blanca, un poco de olas y agua refrescante (no fría ni caliente). Para no asarnos vivos, arrendamos unas reposeras con quitasol y nos instalamos allí. El primer día fue muy rico, el segundo no tanto (en la noche había llovido y el agua estaba con un poco de basura como bolsas y plásticos) y el tercero de nuevo estuvo bueno. Como se imaginaran, esos días no hicimos más que ir a la playa, comer y dormir. Bueno, también hicimos otras cosas como comenzar a ponernos al día en el blog y lavar ropa (ya no quedaba nada limpio).
El siguiente destino fue Koh Phi Phi Don (o Koh Pee Pee Don), la isla tristemente conocida en nuestro país por la muerte de la niña en el maremoto (no marepoto como diría otro por allá). Esta es una isla pequeña con aguas cristalinas y playas de arena blanca. Un muy buen lugar para seguir con el relajo. Bueno para llegar a la isla hay que tomarse un ferry (bote) que se demoró un poco más de 2 horas. Una vez allá tuvimos que ponernos a buscar donde quedarnos y decidimos irnos a una playita chica más apartada de donde esta todo el resto, para así estar encima del mar. La playa que fuimos se llamaba Rantee y fuimos a uno de los “Resorts” que hay allí (está entre comillas, porque acá cualquier cosa se puede llamar resort, Guaylandia o el Tabito clasificarían de sobra para ser uno). Para llegar a nuestra playa habían dos opciones, la primera caminar por casi 1 hora (acá no hay caminos, sólo bicicletas y muy pocas motos) o irse en bote. Nos imaginamos que saben cual elegimos. Así que llegamos a nuestra playa y vemos que es muy bonita, poca gente y se ven cabañas (bungalows) al borde de la playa. Cuento corto, si bien la playa y el entorno eran maravillosos, la pieza era una mierda (no era un bungalow era un bungashit), posiblemente una de las más malas de todo el viaje y además nada de barata. La cosa tenía un olor a humedad tan fuerte que nos dejó toda la ropa y el pelo pasados. El baño, que era un agregado a la cabaña de madera y paja (esto daba lo mismo), estaba lleno de bichos, WC con balde y la tapa pegada con guincha aisladora. Por suerte cuando tomamos la súper oferta, sólo lo hicimos por dos noches. Casi se me olvidaba, la luz sólo funcionaba entre 5 de la tarde y 6 AM, así que después de esa hora comenzaba a hacer mucho calor sin el ventilador. Claramente esos días los pasamos en la playa (que se podía hacer snorkel) y el restaurante. En la noche nos sentábamos en unas sillitas a la orilla del agua viendo el cielo estrellado (vimos una estrella fugaz que parecía cometa) y después de 7 meses llevándola a todos lados (me faltaron 2 meses para que sea un parto), por fin abrí la última botella de ese elixir llamado pisco (chileno por supuesto) y me tome unas buenas piscolas (¡que rico!).
Una vez finalizados esos dos días volvimos a la parte donde está el pueblo y nos quedamos allí por otras 3 noches, ya que decidimos alargar nuestra estadía en las playas de Tailandia para poder ir a la famosa fiesta de la luna llena (Full Moon Party que es a principios de Junio en Koh Phagnan) y teníamos más tiempo para estar por estos lados. Estando en esta parte de la isla, fuimos a un playa bien buena, a unos bares en la noche donde hacen show con fuego (malabarismo) y juegos donde gente salta la cuerda o hace el limbo con fuego (muchos de ellos bien pasados de copas y al día siguiente amanecen quemados sin saber porque). Sin duda la actividad más chora que hicimos fue el paseo en bote, en el que fuimos a: la isla de Koh Phi Phi Leh (donde se encuentra la playa Maya que es famosa por la película de Leonardo Di Caprio “La Playa”), a la isla Bambú y la isla Mosquito (estos no son los nombres oficiales, pero así se les conoce). La playa de la película es muy linda, pero hay mucha gente y botes por el sector, lo que le resta un poco de espectacularidad. Aunque igual estuvimos su buen rato y en un momento había poca gente y botes, por lo que pudimos aprovechar mejor el maravilloso paisaje. Además de esto hicimos snorkel y vimos muchos peces, sobre todo en Mosquito Island. Eso si el tiempo se puso feo y a la vuelta habían muchas olas por lo que nuestro bote iba de salto en salto (la Paula se anduvo mareando un poco y yo ya pensaba que en cualquier momento se partía el bote por la mitad). El último día en Koh Phi Phi, fuimos a subir el cerro donde hay un mirador de la isla que es bien bonito, pero que hay que subir bastante. En estos días en la isla tuvimos buen clima, salvo el día del paseo y una que otra lluvia. Para comer, mucha comida local (arroz, curry, pad thai), pizzas (de las ricas) y shakes de frutas naturales como sandia, piña, mango o platano.
El siguiente destino, luego de otro ferry de casi 2 horas fue Koh Lanta, otra isla un poco más al sur y que está menos explotada por el turismo que Phuket y Phi Phi (que son de las más conocidas y caras junto a Koh Samui). Luego de buscar hotel, nos decidimos por uno, pero al día siguiente nos cambiamos uno que estaba al lado que era mejor y más barato. En esta isla se notó que había comenzado a temporada baja porque había muy poca gente. Esto daba un poco lo mismo, lo malo es que también en esta época del año, el mar arrastra todo tipo de basuras al borde de la playa, por lo que era común ver muchas botellas de plástico, bolsas y vidrios en la orilla. En realidad la playa donde estábamos nosotros era bonita, pero mala para bañarse porque tenía muchas rocas y la marea era muy cambiante, había momentos en que no teníamos playa y otros en que el mar estaba mucho más recogido. Eso si en nuestro Resort (este si era un más parecido a lo que uno entiende por eso) teníamos piscina así que allí pasábamos parte del día. Esta isla es mucho más grande que la anterior (30 Km de largo) y para recorrer era ideal arrendar una moto. Así fuimos a otras playas más lindas y recorrimos unos pueblitos. Claro que parte del paseo se echó a perder cuando a la Paula la pico una medusa, incluso se le había quedado pegado uno de los tentáculos en el pie, por suerte además del dolor del momento, no pasó nada (pasamos a una farmacia a comprar amoniaco y una crema para la quemadura). Estos días fueron de mucho relajo y realmente no hacer nada. En las mañanas la única preocupación era si el coco que estaba en la orilla de la playa se lo llevaba el mar o se quedaba allí (una teleserie muy interesante, así de estresados estábamos). En Koh Lanta estuvimos como 9 días, pero los últimos 3 fueron más que nada de pura lluvia y en los anteriores siempre llovió que sea un rato (esto último es súper esperable). Lamentablemente por problemas climáticos no pudimos terminar de recorrer todas las playas ni ir a pasear a unas islas que están por allí cerca donde es muy bueno para ver peces y corales. Estos días también hemos comido muchas cosas ricas (principalmente yo), pescados, camarones, calamares, currys, comida griega, en fin muchas cosas ricas.
Lo que venía ahora era cambiarse de costa. El viaje constaba de 3 etapas, la primer ir de Koh Lanta a Krabi (ciudad en la parte continental de la costa oeste), luego ir a Surat Thani (en la costa este) y allí tomar un bote nocturno para llegar a Koh Tao (isla en la costa del golfo). La primera parte de la travesía la hicimos en una van que nos pasó a buscar al hotel (tipo 11 AM), luego de una larga espera cruzamos el primer transbordador (muchísima lluvia y viento, además que el tipo que manejaba la embarcación, no podía ponerla en posición para que subiesen los autos), después nuevamente nos quedamos parados porque un árbol se calló en el camino cortándolo (allí estuvimos como 1 hora esperando a que lo trocen y despejasen la vía). Finalmente llegamos a Krabi y luego de estar un par de horas esperando en la ciudad (aprovechamos de almorzar algo), salimos en otra van hacia Surat Thani (como 2 ½ horas de viaje). Una vez allá tuvimos que esperar otras 3 horas para que saliera el barco (aprovechamos de comer y comprar algo para desayunar). Como les dijimos el barco era nocturno, por lo que uno va acostado durmiendo en unas colchonetas en una gran pieza (privacidad 0) con ventiladores para el calor. El barco se parece al arca de Noé (con una fauna bien variada), pero con motor. Igual uno duerme bien ya que la cosa se mece como cuna, claro que el mar igual no estuvo tan tranquilo. Así finalmente a eso de las 6 AM llegamos a Koh Tao, lo cual es parte del próximo capitulo del blog.
Cosas Raras: Nunca falta el letrero en ingles con palabras inventadas o mal escritas como el que vimos en la isla Bambú. Pero lejos lo más raro es que en el hotel tengan el papel higiénico (confort) personalizado con tu propio nombre.
Finalmente lo que muchos estaban esperando (antes de que me echen al agua)… la incomparable Mujer Manguera…
Perdón, hay que presentarla con su nombre completo… LA MUJER MANGUERA FLOTANTE TAILANDESA…
Jajaja... para el próximo capitulo pueden elegir entre el “Pan que Habla” o el “Hombre Mojón”
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