Salimos de Xi’an con destino a
Beijing, el tren que nos tomamos era igual al anterior, salvo que esta vez la
TV estaba mala. La distancia entre estas dos ciudades es de casi 1300 km y el
tren se iba a demorar 13 horas, esta vez volvió a atrasarse, pero sólo 20
minutos. A Beijing llegamos a eso de las 9 de la mañana, pero el tren no
llegaba a la estación central, si no que a la estación oeste. La lata de esta
estación es que no tiene metro (o sea tiene, pero no esta conectado con las
otras líneas… cosas de chinos), así que para llegar a nuestra nuevo hostal,
tuvimos que irnos en micro (al hacer la reserva vimos bien como llegar y que
micro tomarnos). Bueno la micro que necesitábamos ya no existía, pero a puro
dibujo (un bus con números) nos dijeron cual era la micro que hacia ese
recorrido. Cuento corto, luego de 1 hora en micro llegamos a destino. La pocilga
se ve bien, nada del otro mundo. No les vamos a hablar de Beijing, porque me
imagino que todos vieron los Juegos Olímpicos pasados y allí tuvimos bastante
información de esta ciudad.
Luego de descansar un rato, salimos
a ver el templo Lama (Budista), el cual es bien bonito, con muchas figuras de
buda de muchos tamaños y además está el Buda de madera más grande tallado en
sólo una pieza (es bien grande y tiene el Guinness Record). Después fuimos al
templo de Confucio y el Instituto de Confucio, donde además tuvimos la suerte
de ver un show de baile tradicional muy bonito. Luego de eso tuvimos que volver
al hostal porque se nos terminó la batería de la cámara de fotos. Una vez
arreglado el inconveniente, nos tomamos el metro y fuimos a ver el parque de
los JJOO donde están el “Nido de Pájaros” y el “Cubo”, es decir, el estadio
olímpico y el centro de natación. Los dos son muy bonitos, sobre todo de noche
en que están iluminados. Además en ese lugar vimos una feria que vendía muchas
cosas y además había comidas de todo tipo, pero probar cosas raras preferimos
dejarlo para otro día. Luego de eso vuelta a la pocilga a comer y dormir.
En nuestro segundo día en
Beijing, fuimos a la famosa Plaza de Tian’anmen y visitamos a Mao Zedong (o Tse-tung,
como prefieran), el cual se encuentra embalsamado. La cola para entrar es
larga, pero avanza súper rápido. La lata que para entrar antes tienes que dejar
casi todas tus cosas (llámese bolso, cámara, filmadora, etc.) en un lugar que
queda afuera de la plaza misma (para entrar a la plaza hay que pasar por
detectores de metal y revisiones de bolsos), por lo que es bien latero, además
que te cobran (y no tan poco) por guardarte las cosas. En Vietnam habíamos
visto al tío Jo (Jo Chi Minh) embalsamado y podemos decir que se veía más
natural que Mao que parecía bien plástico, tal vez puede ser por un tema de las
luces. Luego de eso volvimos a buscar la cámara y recorrer la plaza que es bien
grande (la plaza más grande del mundo, claro que es casi puro cemento). Después
de Tian’anmen fuimos al Ópera de Beijing, que es un edificio súper choro. Para
entrar tienes que pagar una entrada (no hay tour, paseas por tu cuenta) y pasas
por debajo del agua que rodea el edifico, en él, puedes ver unas exposiciones,
pero sólo se puede entrar a la sala de Teatro y no a las otras más grandes.
Cuando ya nos estábamos yendo del lugar comenzó un pequeño show donde unos
tipos, junto a una pianista, cantaron algunos pedazos de operas… muy bonito. Aprovechamos
de averiguar los precios para ver la Ópera tradicional de China, pero no
quedaban (o sea solo habían unos boletos que costaban como 100 lucas).
En la tarde fuimos a ver el
Templo del Cielo, que es donde el emperador realizaba las peticiones y
agradecimientos a los dioses para tener un buen pasar sobre todo en cuanto a
las cosechas. El templo es demasiado bonito y para verlo tomamos un audio guía
en español (con z) que te explica los lugares (ésta funcionaba sola,
automáticamente empezaba a hablar cuando llegabas a cada lugar, claro esto en
teoría, porque no funcionaba tan bien… cosas de chinos). El templo del Cielo se
encuentra en un parque muy bonito, lleno de árboles y afuera se encuentra el
Pearl Market, donde vimos algunas cosas para comprar, pero lamentablemente
cierran temprano y cuando pasamos por allá era justo cerca de esa hora. Ya de
noche pasamos a un mercado nocturno, donde vendían muchas comidas, si bien no
comí nada tan raro como culebras o arañas, igual probamos algunas cosas como
helado frito (no muy rico), dumplings fritos, pulpo asado, helado de té (como
chupar una bolsa usada), entre otras cosas.
Al día siguiente fuimos a visitar
uno de los imperdibles de Beijing y de China, la Ciudad Prohibida, lugar donde
habitaban los emperadores (la de la película del Último Emperador) y que para
nuestra suerte, esta vez estaba totalmente habilitada (la vez anterior que estuve
en China, el edificio principal estaba siendo remodelado), el único pero es que
estamos en el fin de semana del 1 de Mayo, uno de los pocos feriados de este
país, por lo que la cosa está llena a más no poder, pero estábamos fritos e
igual teníamos que ir. La cosa es muy linda, aunque podría estar en mejor
estado algunas cosas, como algunas cosas de mármol y los vidrios que estaban
entre rayados y sucios. Después fuimos al parque Jingshan y subimos un cerrito
que está detrás de la Ciudad Prohibida donde hay unas vistas de ésta y del
resto de la ciudad, además hay un jardín con muchas flores. Ya en la noche
fuimos de shopping, pero al igual que en Shanghai, la cosa no es para nada
barata (igual encontramos un outlet donde pude comprarme zapatillas nuevas).
Ultimo día en Beijing y aún nos
quedaba pendiente la otra actividad imperdible de la ciudad que es la visita a
la Gran Muralla. Para ir a verla, estuvimos hasta último minuto buscando
alternativas (el tour que ofrecía la pocilga era muy caro en comparación a ir
por uno mismo). Finalmente encontramos un tour que cumplió con lo que
queríamos. Lo primero que hicimos fue ir a ver una de las tumbas de los emperadores
Ming que se encuentran a las afueras de la ciudad. Las tumbas igual son súper cuáticas
y están emplazadas en lugares precisos según los maestros del feng shui (acá en
China muchas cosas están hechas para tener buen feng shui) que cumplan con los
requisitos necesarios para que el emperador tenga un buen descanso en el otro
mundo. La tumba que nosotros fuimos es la del emperador Ming Yongle que fue uno
de los más importantes de esta dinastía (dentro de sus obras está la
construcción de la Ciudad Prohíbida). Luego de la tumba tuvimos nuestra primera
parada a una tienda. Todos los tour acá te llevan a ver tiendas de distintas cosas
para que compres y así la empresa se lleva una comisión, la que me imagino que
en parte se traspasa al precio del tour, igual son interesantes porque uno
aprende de distintas cosas. La primera tienda que pasamos fue una de Jade donde
nos mostraron todo el proceso de como hacen las esculturas, como reconocer al
jade de verdad y los distintos tipos que hay. Claramente los precios de las
cosas en estas tiendas son estratosféricos, llegando a haber esculturas de más
de 20 millones de pesos. Luego de eso nos llevaron a almorzar, eso si el lugar
donde almorzamos era otra tienda, esta vez de cloisonne que son cosas hechas de
cobre que pareciera que son de porcelana, muy bonitas, pero nuevamente caras.
Como les habíamos contado estábamos
en pleno fin de semana largo en China, así que la cantidad de gente que durante
esos días aprovechaba de pasear era muchísima, lo que traía muchos tacos,
nuestro guía nos contó que el día anterior, se demoraron como 4 horas en llegar
a la muralla (el lugar que vamos está como a 80 km de Beijing), pero por suerte
a nosotros no nos tocó casi nada, salvo que el estacionamiento estaba repleto y
nos tuvieron que dejar como a 3 Km del lugar. Luego de caminar, por fin la
vemos (en realidad ya la habíamos visto en el bus)… la muralla se encuentra
frente a nosotros, es muy imponente, es como un dragón infinito que esta sobre
los cerros. Lamentablemente había algo de bruma (parece que igual es habitual,
porque la vez anterior que estuve acá también me tocó brumoso y fue en otra
época del año) aunque eso no importaba mucho. Recorrer la muralla es sinónimo
de subir y bajar muchos escalones de diversos tamaños y si no los hay, pronunciadas
pendientes. En la parte que fuimos, que se llama Badaling, también hay un
teleférico para subir y una especie de funicular, pero como era de esperar por
las fechas, la cosa era una cola eterna por lo que esas opciones estaban
descartadas. Estuvimos casi 2 horas recorriendo la muralla, maravillándonos con
la vista y tratando de pensar en todo el trabajo que significa construir algo así
sobre los cerros. Lo único malo de la muralla es que como no hay baño, estos
tipos tienen las torres convertidas en letrinas, pasadas a pipi y caca (de
verdad que estos tipos son muy cochinos, por algo eso de chino cochino). Bueno,
luego de nuestra visita por la muralla china, llena de chinos, fuimos a nuestra
última parada, que fue una fábrica de seda, donde te muestran todo el proceso y
te venden de todo. Nuevamente caro, aunque las cosas son muy bonitas.
A la vuelta, en nuestra última
noche, fuimos a ver el edificio de la
CCTV (la televisión china) que es de un diseño muy vanguardista. La cosa
es chora, pero muy poco aprovechado de noche (no tenia luces especiales, ni
nada). Luego de es fuimos a un barrio lleno de restaurantes y comimos. Al día
siguiente nos levantamos muy temprano para tomar, a las 7 AM, nuestro vuelo con
destino a Chengdu… esto lo vamos a dejar para un tercer y último capítulo de
China.
Igual fuimos un poco flojos (y
mala suerte también) en Beijing y nos faltó ver (y hacer) algunas cosas, pero
para eso tendremos que planear otro viaje. Igual esta es la ciudad que menos
nos gustó, pero que si uno viene a China y no pasa por acá, se perdió gran
parte de las cosas clásicas de este país como la Ciudad Prohibida, la Gran
Muralla o el Templo del Cielo.
Cosas Raras: En varios lugares
vimos unos letreros que decían sobre no usar los celulares en tormentas electicas,
nos imaginamos que debe ser porque atraen los rayos, pero igual era raro ver
esos letreros en la mitad de los templos en plena ciudad. Acá en China nos volvimos a encontrar con que a la gente le encanta sacarnos fotos y sacarse fotos con nosotros, algunos la trataban de hacer piola y la sacaban como escondidos y otros se acecaban a pedirte la foto. Del capítulo
anterior, teníamos pendiente lo de los pantalones rajados, pues bueno, la cosa
es que los pantalones son así (no están rotos) y tienen ese hoyo para que los
niños hagan sus necesidades con sólo agacharse, ya que además, debajo del
pantalón andan a poto pelado. En estos días nos tocó ver a varios haciendo,
pero sin dudas el más asqueroso fue uno que el papá puso al niño arriba del
basurero y una vez que el niño hizo lo que tenia que hacer, lo agarro y se lo
colocó a caballo sobre el cuello… guacala… de verdad que son un asco. Estos pantalones
se supone que son muy comunes en la gente de campo y más pobres que no les
ponen pañales a los hijos (varios de los que vimos no se veían para nada
pobres, así que la cosa no es un tema de plata, si no que de educación). Sacar
una foto a esto no fue nada de fácil, porque había que tratar de hacerlo como
todo un paparazzi y de hecho no tenemos ninguna muy buena.
¡Hágalo Por Favor, No Sea
Idiota!: cuando uno viaja en avión, sabe que tiene que pasar por chequeos de
seguridad y que hay cierto tipo de elementos que no se pueden llevar en el
equipaje, sobre todo en el de mano. Dentro de esas cosas, están los
encendedores, tijeras, explosivos, fósforos, armas y además cosas muy puntudas
o filosas. Pues bien, que tiene de idiota esto… lo idiota es llevar uno de
estas cosas, que al pasar por los detectores te pregunten si llevas algo y lo
niegues con cara de entre sorpresa y ofendido por dudar de tu integridad. Luego
de eso te hacen abrir tu mochila y te encuentras con que efectivamente llevas
algo indebido, pues bien eso le paso a la “Cuchilla Filosa” Bascur… Resulta que
en Shanghai habíamos comprado un cuchillo para pelar la fruta y se le olvidó
que lo tenía guardado en la mochila chica. Por suerte no pasó nada y solo nos
quitaron nuestro afilado chuchillo (igual no era chico el cuchillo, por lo
menos tenia 6 dedos de hoja, más que suficiente para llegar al corazón). Así
que no sea idiota y no lleve cuchillos a los aviones, así no se lo quitan y se
evita un susto y mal rato.
Ahora, lo que muchos esperaban... la "MUJER MANGUERA", va a quedar pendiente para el otro capítulo, porque la coneccion es muy mala, se cae a cada rato y no sé porqué no quiere subir la foto.
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