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miércoles, 29 de febrero de 2012

Vietnam: Capítulo 3 - Playas y la Cochinchina


Como nos habíamos quedado en el capitulo anterior, llegamos a Nha Trang (a las 5.30 AM, aun oscuro). Luego de espantar a los lateros de siempre que te ofrecen mil cosas, decidimos sentarnos y esperar para que por lo menos amanezca. Comenzó la búsqueda de hoteles y finalmente encontramos uno que era totalmente de nuestro agrado. Descansamos un rato (todo el resto de la mañana) y fuimos a almorzar. El día igual estaba no muy bonito, así que caminamos no más por la playa. Para que se hagan una idea, la playa es bien larga, llena de hoteles, restaurantes y edificios cruzando la calle (tipo la avenida del mar en La Serena). Llegamos hasta un mall (que tenia supermercado) y nos devolvimos. Primer día en Nha Trang bien relajado y sin mucha playa. Los dos días  siguientes fueron más o menos parecidos entre ellos. Salió el sol, así que aprovechamos de estar en la playa, ésta tiene palmeras, así que si quieres sombra, hay, si quieres sol también. El agua no es para nada helada y tiene un poco de olas, pero una vez que pasas las olas es tranquila. Estos dos días fueron de comer, tomar, playa y dormir.





Para el día de los enamorados, tomamos un tour que te llevaba a pasear por unas islas que hay cerca, donde podías hacer snorkel, se podía visitar un acuario y había una playa con arena súper blanca. El tour era bien entretenido. Lo primero que fuimos a ver fue el acuario, que sin ser maravilloso, igual tenia algunos peces choros. Luego paramos en una isla donde íbamos a hacer snorkel. El equipamiento era casi de juguete y el lugar bien regular (tal vez después de Australia todos van a ser malos). Para colmo, cuando estábamos intentando ver algo sentimos como unos pelos que te daban como la corriente (nos picaron unas medusas, solo nos dejaron unas marcas por unos días y un poco de dolor en el momento). Así que todo mal con el snorkel. Después del almuerzo (a todo esto en el barco vendían cervezas y me tome unas cuantas), tocó una banda que hacia que cada grupo de gente de los distintos países cantase algo. Nosotros fuimos los últimos y nos tocaron La Bamba, con lo que prendimos a toda la gente que cantó con nosotros. Seguido de eso vino el Happy Hour en el agua (unos vodka naranja mientras estabas flotando en el mar, nuevamente me tome solo unos cuantos). En el tour conocimos a unos ingleses, pero lo divertido es que uno sabia español y hablaba como español (con mucha z y palabras que usan los tíos estos). La playa que fuimos después era bien bonita, arena blanquísima, agua transparente, eso si súper chica, pero daba lo mismo porque no había mucha gente. Después del tour pasamos a la playa de siempre a bañarnos (en realidad la Paula me miraba no más). Nos fuimos a la pocilga y me quede totalmente dormido (desperté más tarde y la Paula me dijo que me trato de despertar pero que no pasó nada, así que tuvo que ir a comprar una pizza para traer).






Al día siguiente volvimos a la rutina de la playa (esta vez llevamos los parlantes  chicos para poner música playera). A la mañana del otro día nos levantamos temprano para ir a Vinpearl que es una isla que está al frente de Nha Trang y que es un parque de diversiones con juegos tipo montaña rusa o barco pirata, un acuario, juegos de videos (no hay que pagar extra), unos shows y lo más choro, un parque acuático con toboganes de todo tipo. Además para llegar a Vinpearl, te tomas el teleférico más largo del mundo (como 3,5 Km) Ese día estuvo demasiado entretenido, gozamos como niños chicos. Si bien los juegos estilo Fantasilandia eran pencas, el resto era excelente. El acuario era muy bonito, con todo tipo de peces. Los juegos acuáticos muy choros. Lo mejor, unos toboganes que te tirabas de a dos y la piscina con olas. Finalmente en la noche después de jugar a los videos (de todo tipo, muy entretenidos también) vimos un show de agua y luces muy bonito. Fue un día bien agotador, pero demasiado entrete.













El día siguiente no amaneció muy bonito, así que aprovechamos de ir a visitar unos templos donde hay un Buda Blanco arriba de un cerro (vendría a ser como la Virgen del San Cristóbal, claro que en un cerro tan chico como el Santa Lucia). Bien bonito. Alrededor del buda, había un cementerio lleno de ánforas que algunas tenían las fotos de los muertos. También tratamos de ir a la catedral, pero estaba cerrada. Finalmente ese día se puso a llover. Al otro día seguía feo así que no hicimos nada, salvo que reservamos pasajes para irnos en 2 días más, esperando tener un último día de playa. Claramente eso no sucedió, ya que al otro día seguía fea la cosa, incluso con muchísimo viento y olas bien grandes (para lo que habíamos visto). Ese día aprovechamos de planificar lo que se viene en el viaje después de Vietnam y como lo íbamos a hacer con las visas que nos faltan.


Al otro día, nos pasaron a buscar temprano para ir a tomarnos el bus a Ho Chi Minh City (Saigón) y sorpresa, el bus era sentado y no acostado como se supone que debería ser (o al menos pensábamos).  El viaje duraba como 9 horas (o mas según el taco al llegar a Saigón) y el camino iba bordeando el mar y eso sumado a que apareció el sol hacia que la vista fuese muy bonita (salvo por la basura que había en algunas partes que de verdad era mucha y cagaban toda la vista). Luego de como 4 horas de viaje el bus se metió en una playa que se llamaba Mui Ne y aproveché de bajarme a estirar las piernas. Como veníamos chatos (el bus era bien incomodo), se me ocurrió averiguar cuanto costaba el bus a Saigón y decidimos bajarnos y aprovechar los últimos días de playa en Vietnam. Luego de la búsqueda de hotel, nos quedamos en uno que si bien no era la mejor pieza que hemos estado (ni muy barata tampoco), el resto era filete. Estábamos al lado de la playa, con reposeras y quitasoles, una rica piscina y un lindo jardín. Pero lo mejor del hotel (resort) era el desayuno (que estaba incluido) que era bufet con todo tipo de cosas ricas, desde comida local (sopas, arrollados primavera frescos no fritos, etc), panqueques recién hechos, huevos como quisieras comértelos, rico pan, frutas, jugos naturales, té y café (el café vietnamita es bien rico y para cortarlo les gusta usar leche condensada). Pasamos toda la tarde en la playa y el día siguiente también, aunque en la tarde del segundo día se volvió a poner feo, pero no importó y aprovechamos de hacernos unos buenos masajes a la orilla de la playa. El masaje era con aceites y aloe vera natural (la galla cortaba un pedazo de la hoja y te lo pasaba por el cuerpo). En fin muy rico y relajado el par de días en Mui Ne.






Luego de ese pequeño aro en Mui Ne, seguimos camino a literalmente la Cochinchina (así se conocía a esta zona del sur de Vietnam por los españoles que llegaron junto a los franceses  y como era lejos de Europa, quedo el termino de que si algo quedaba lejos era “a la Cochinchina”, actualmente preferimos mandar a la gente a la chucha o la mierda… ese es el dato rosa de hoy). Llegamos a Ho Chi Minh City  (Saigón), la capital de la ex republica de Vietnam del Sur pasado las 2 de la tarde, buscamos hotel y salimos a almorzar algo. Durante el resto del día paseamos un poco por el barrio donde nos quedamos y contratamos un city tour para el día siguiente. 

El tour comenzaba temprano, así que tuvimos que levantarnos con despertador. La primera parada del tour fue el Museo Memorial de la Guerra, el cual tenia todo tipo de vehículos (tanques, botes, jeeps, aviones helicópteros, etc.), unos calabozos donde mostraban como mantenían a los prisioneros y los torturaban; y dentro del edificio habían armas y fotos de lo que había ocurrido. Las imágenes eran muy crudas (muertos, mutilados, niños deformes por el uso de químicos... ojo que hay una foto de estas), en realidad que la cosa fue terrible para la gente de allá (en la guerra murieron como 3 millones de vietnamitas, de los cuales la gran mayoría eran civiles, mientras que estadounidenses fallecieron 58.000 soldados). Ciudades, pueblos y aldeas arrasadas por los bombardeos (se lanzaron más bombas que en toda la II Guerra Mundial) y el uso indiscriminado de sustancias prohibidas como los agentes naranja. La cosa fue una masacre y lo peor de todo es que muchos de los responsables nunca fueron juzgados. Lo único que pienso con esto es como el ser humano puede llegar a ese nivel de estupidez de luchar tan vehementemente por unas malditas ideologías. En fin, el tour continuo con la visita a un templo chino (nada especial, ya hemos visto bastantes y más bonitos). El guía que nos toco este día era bien chistoso y nos explicaba varias cosas sobre como piensan los locales. Claramente existen muchas diferencias en la forma de pensar de los del norte con los del sur, siendo estos últimos muchos más abiertos y críticos de las cosas. Por ejemplo, nos contó que la educación era mala y no era gratis, que mucha gente si tenia plata prefería mandar a estudiar a sus hijos fuera del país. Nos habló sobre cosas culturales, como que acá todo quieren ser blancos y más rellenitos, que por esta razón las mujeres usan mascaras y guantes para manejar las motos (más que por la contaminación) y se hacen baños de leche. También que la gente es bien fijada en como se visten y que cosas tienen (me suena conocido eso). Que los accidentes de autos (motos en realidad) son muchos (al año mueren como 18 mil)  y por eso se esta obligando usar casco, pero como son pretenciosos usan unos cascos que parecen jockey y que son muy poco efectivos. Luego del almuerzo fuimos al Palacio de la Reunificación, que era la antigua sede de gobierno de Vietnam del Sur, a la Catedral de Norte Dame y la oficina central de correos. Todos estos edificios bastante choros cada uno con su diferente encanto. En la tarde nos cambiaron de guía por una niña que si bien no era tan chistosa, se mandó un momento muy freak (vean las cosas raras al final). También pasamos a una fábrica de artesanía hecha por gente discapacitada (producto de la guerra y las malformaciones) con cosas bien bonitas, pero demasiado caras. Después del tour fuimos a un mercado a ver que vendían, pero no compramos nada.









Para el día siguiente tomamos un nuevo tour, esta vez al Delta del Mekong (el río más importante del sudeste asiático y que pasa por China, Myanmar, Laos, Tailandia, Cambodia y Vietnam). Para llegar al río nos tomamos un bus que se demoró como 2 horas en llegar al lugar (pasamos por otra fábrica de artesanía) y nos tomamos un bote que nos paseó por distintas islas del río. En la primera parada pasamos a ver como se hacían unas calugas de coco (muy ricas, pero que te podían sacar todas las tapaduras). Después fuimos a otra isla, donde almorzamos y tuvimos un rato libre en el que nos entretuvimos cruzando un puente de bambú y “pescando” cocodrilos (te pasaban un palo con un pedazo de carne colgando de un cordel y se lo dabas a los cocodrilos). Luego de eso fuimos a ver una granja de abejas, tomamos té con miel y además había una pitón (cabeza chata) con la que nos tomamos unas fotos tal como le encanta a mi abuela. Finalizado eso, nos tomamos un botecito a remo donde nos llevaron por unos canales pequeños entre medio de unas aldeas, además íbamos con los típicos gorritos de paja. En una de las aldeas nos bajamos, nos dieron frutas y vimos un show musical. Vuelta a Saigón, comida (comí como los locales, de un carrito y sentado en unos pisitos en la calle, la Paula se comió un pan envasado de como un Big John) y tuto.








Este día lo habíamos reservado para comprar. Primero fuimos a otro mercado que habíamos leído en internet, el cual resulto un fiasco ya que eran puras cosas para locales (chicas y feas), pero nos sirvió para encontrar un supermercado y comprar cosas que nos faltaban. En la tarde volvimos al mercado del día anterior  y pasamos al correo para saber si iba a estar abierto el domingo (por si comprábamos algo y mandarlo a Chile). Al final lo único que compramos fue una polera para mí y una mochila para la Paula.

A la mañana siguiente fuimos al último tour que teníamos planeado, el de los túneles de Cu Chi. En el tour nos encontramos con otros chilenos (en total éramos 8 chilenos). La primera parada fue al igual que los otros tour, una fabrica de artesanía (no entramos, ya que era lo mismo que las anteriores). El guía que nos toco era demasiado chistoso (era como Felo, tiraba tallas y no cambiaba la cara ni se reía), aunque a veces no sabías si lo que te estaba contando era verdad o broma. El lugar era bien choro, te mostraban como hicieron los túneles, las trampas que colocaban, como confeccionaban armas y minas (reciclando bombas que tiraban los gringos y que no habían explotado). Obviamente también te metías por los túneles los que son muy pequeños y calurosos (es heavy estar allá adentro). Estos túneles a diferencia de los que vimos en la zona desmilitarizada (capitulo anterior, que eran refugios) eran para pelear, esconderse y salir por lugares sin ser vistos por el enemigo.  También en el lugar había un campo de tiro y no nos pudimos resistir y disparamos. Yo nunca había disparado (solo postones, así que no valen), entonces había que elegir un arma que fuese especial, así que nos decidimos por un AK-47, que era el fusil utilizado por los norvietnamitas y que es el arma más vendida y usada en el mundo. Arma, para algunos, símbolo de revolución (saliendo incluso en la bandera de algunos países) y para otros de caos, terrorismo y anarquía (es la que aparece en la bandera del FPMR). Además elegimos esa arma porque es mejor que las otras que había (familia, no se preocupen, no nos estamos poniendo rojos, seguimos igual que siempre, aunque con los ojos más abiertos). En fin, fue toda una experiencia, aunque pensar que esas mismas armas se utilizaban no para diversión, si no que para matar personas te hace un nudo en la guata. Dentro de las cosas interesantes que nos contó el guía es que lo que nunca pudo entender EE.UU. es que los vietnamitas no luchaban por el comunismo, que de hecho nunca lo harían, si no que peleaban por la libertad de su pueblo y que por eso ellos siempre estaban dispuestos a dar su vida. Sobretodo porque es un país que ha vivido constantemente en guerras. Con los chinos, franceses, camboyanos, etc. Además que si bien, el comunismo y que halla un solo partido político no lo encuentran del todo correcto, el hecho de vivir tranquilos y en paz (no hay ningún tipo de terrorismo, no como en el resto del sudeste asiático) los conforma.








Ese fue nuestro ultimo día completo en Vietnam, ya que a la mañana siguiente nos pasaron a buscar temprano para tomarnos el bus con destino a Phnom Penh, capital de Cambodia (donde nos encontramos actualmente) y que vendrá en el próximo capitulo.

Resumiendo Vietnam es un país maravilloso, muy rico en todo sentido (salvo económico) y que sin duda estamos contentos de haber podido conocer. Tiene verdaderas maravillas naturales como Halong Bay, mucha historia y sobre todo gente (en general) muy amable y servicial. Hay comida espectacular y se pueden encontrar cosas de buena calidad a precios módicos. Como les habíamos comentado antes, inicialmente veníamos por 15 días y nos terminamos quedando 31 (y eso que nos quedó bastante por conocer). Si alguna vez vienen a estos lugares tan remotos tienen que venir a este país.

Cosas Raras: Como ha sido común ya, las cosas raras son muchas, como el peinado de unos niños que vimos (vean la foto y por favor háganle el corte de pelo a sus hijos) o letrero de la heladería donde los helados por fin se vengan de los niños. Lo otro es si alguien quiere lavarse el pelo y tener un rico aroma, sin duda tiene que usar este shampoo. Pero lejos lo más raro fue la guía del city tour en la tarde que de la nada se paró en el medio y se puso a cantar a capella la canción de Celine Dion del Titanic, vergüenza ajena total.

Hágalo Por favor No Sea Idiota: Cuando nos bajamos en la parada no planificada de Mui Ne, vimos el mapa y cachamos que los hoteles estaban cerca unos de otros, así que decidimos caminar en vez de tomarnos un taxi. Luego de caminar su buen rato (pasando por algunos hoteles, pero sin llegar a los que queríamos ver) miramos el mapa y nos dimos cuenta que esta vez la escala del mapa era totalmente distinta y en vez de los 100 o 500 metros que son habituales, la cosa decía 6 Km. Llevábamos caminando mucho rato y claramente no íbamos a llegar a ningún lado, así que nos terminamos tomando un taxi y lo peor es que el primer hotel que queríamos ver la habíamos pasado y no nos habíamos dado cuenta. Así que primero fíjense en la escala de los mapas (nunca es la misma) y vean que cosas están alrededor suyo para que no se pasen de largo (¡caminando!).

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