Advertencia: Este capítulo tiene imágenes un poco fuertes y partes del relato describen aquello. Decidimos mostrar esto porque es algo que pasó en este país, que muestra su realidad y que es importante que se conozca. Además podemos compartir nuestra propia experiencia de haber estado en un lugar así.
El viaje entre Ho Chi Minh y Phnom Penh dura como 6 horas, incluyendo el paso de la frontera. La visa para entrar a Cambodia (o Camboya según la RAE, que también dice que la capital de China es Pekín, cuando hace mucho tiempo que todo el mundo le dice Beijín… el dato rosa del día de hoy) la sacas en la frontera y en nuestro caso al menos no se demoró nada (el tipo del bus nos saco la visa a todos, claro que la mía salió como nombre Jiménez y apellido Droguett, pero no hubo problema). Como en Vietnam están prohibidos los casinos, a penas uno cruza la frontera, hay muchísimos casinos para que vayan a jugar los vietnamitas. Los caminos en Camboya son igual o más malos que en Vietnam, pero con la diferencia que hay menos transito (solo viven como 15 millones versus los 80 millones que viven en el país vecino), por esta razón da la idea de que andan más rápido. En el camino hay que cruzar el Mekong, río muy ancho, por lo que hay que cruzar en ferry (además que yo cacho que para el país es insustentable construir un puente de esa envergadura). Finalmente llegamos a Phnom Penh (1,5 millones de habitantes) pasado hora de almuerzo. Esta vez nos fuimos con uno de los tipo que ofrecían llevarnos (en tuktuk, que los de acá son unas motos con carro) a los hoteles y después de ver algunos nos devolvimos al primero que vimos que estaba súper bien ubicado. El resto del día fue pasear por la costanera (nos tomamos unos helados muy ricos), ver una feria y salir a comer en la noche. Igual nos sorprendió un poco la ciudad (o por lo menos lo que vimos) ya que tiene unos parques bonitos, lo mismo que unos edificios y templos.
Para el segundo día en Phnom Penh, habíamos quedado con el tipo del tuktuk del día anterior de ir primero a la embajada de Laos para tramitar la visa (encontramos medio tránsfugo el precio) y después fuimos a dos de los lugares emblemáticos que se visitan en la ciudad. Podríamos decir que este fue el día terrible, ya que los lugares que fuimos a ver tienen que ver con el Genocidio Camboyano. Haciéndola corta, luego de la independencia de Camboya (era colonia francesa) el gobierno era bien malo y corrupto, esto sumado a los bombardeos de los gringos en los campos (tratando de cortar las líneas de suministro de Vietnam del Norte que pasaban por Cambodia) hizo que mucha gente se uniese al Khmer Rouge o en español, Jemeres (que es la raza mayoritaria del país) Rojos (comunistas). Este era un grupo comunista de corte maoísta, que apuntaba a un comunismo puro, donde el país fuese autosustentable (cerrando sus fronteras, rechazando todo lo externo, especialmente lo de los vecinos) y que tenía a la gente del campo como sus bases y un odio a la ciudad y su gente. Bueno este grupo se hace con el control del país y saca a la gente de la ciudad y la manda a trabajar al campo en calidad casi que de esclavos (separando a las familias). Esto sumado a una gran represión (tortura al por mayor) y la eliminación de cualquiera que pudiese oponerse (como decían: “más vale matar a alguien por error que dejar vivo a un traidor”), hizo que la cantidad de gente muerta en los menos de 4 años que duro este régimen del terror sea incluso superior a los 3 millones de personas entre asesinados, muertos por las míseras condiciones que se les obligó a trabajar y las enfermedades debido a la falta de cuidados (los doctores, profesores y la mayoría de aquellos que fuesen profesionales, eran eliminados). Este régimen termino cuando en el año 1979, Vietnam (que ya había derrotado a los estadounidenses) invadió Camboya (junto a camboyanos que lograron huir) iniciado una suerte de guerra civil. Recién en ese momento se comenzó a destapar la olla sobre el genocidio, pero como fueron los vietnamitas los que descubrieron esto, en occidente (llámese US, Europa y aliados varios) se hizo vista gorda, a tal nivel que seguían reconociendo al Khmer Rouge como el gobierno oficial de Camboya (incluso teniendo la representatividad del país ante la ONU)… una verdadera vergüenza (todo esto es bien a grandes rasgos, si quieren saber mas sobre el tema busquen en internet y lean los distintos documento que se encuentran disponibles sobre el tema). En fin, lo primero que fuimos a visitar fue un campo de exterminio que está a las afueras de Phnom Penh que se llama Choeung Ek, lugar donde murieron más de 80 mil personas asesinadas: hombres, mujeres, viejos, niños e incluso guaguas. Donde para matar no se usaban balas (era muy caro usar una bala en matar gente), sino que golpes con objetos contundentes o herramientas de campo… es realmente impresionante estar en un lugar como ese. Casi toda la infraestructura de lo que fue el campo del genocidio fue desmantelada por la gente, pero lo que queda son las fosas donde fueron enterrados los muertos (algunas no han sido exhumadas ni tampoco van a serlo) y se construyo una estopa conmemorativa (que contiene restos de los cuerpos que si fueron sacados), junto con un museo. Para entrar al campo tienes que pagar una entrada y te entregan una audioguia (una grabación que tu la vas escuchando en los distintos lugares del recorrido) que te explica que es cada lugar y que fue lo que paso. Es sobrecogedor estar en un lugar como este y pensar en como puede pasar algo así. Como, nuevamente por una estúpida ideología utópica, un ser humano es capaz de hacer algo así a otro. Como les dijimos, acá murió muchísima gente asesinada de las formas más brutales posibles (como guaguas azotadas contra arboles). Esta sin duda ha sido una de las experiencias más fuertes que hemos vivido. En el lugar en las temporadas de lluvia todavía siguen saliendo de la tierra restos de huesos y ropa de los muertos que aun quedan enterrados, así que hay que caminar con cuidado y si uno ve algo avisar (ahora es la temporada seca, así que no nos toco nada de eso). En las fotos que vienen a continuación, hay algunas que pueden ser un poco fuertes, pero nuevamente, no lo hacemos con ningún afán morboso, sino que tal como dijimos en un principio nos parece importante que se sepa que fue lo que pasó en este país.
El segundo lugar que fuimos a visitar en ese día terrible fue el museo Tuol Sleng, que era una escuela que se transformo en prisión y centro de tortura durante el Khmer Rouge. En este lugar se muestra como era que se tenia detenida a la gente, las salas de tortura, se explican los métodos de tortura utilizados y además se cuenta la historia de que fue lo que pasó, desde las causas que llevaron a este régimen hasta que a pasado con los responsable de ello hasta el día de hoy. Es bastante completo, incluso muestra historias de gente que participó en el Khmer Rouge (la mayoría gente de campo, muy joven y con muy poca educación) y también de los principales lideres e ideólogos (el cabecilla del grupo era Pol Pot que murió en arresto domiciliario en los 90’). Nuevamente algo sobrecogedor que te deja totalmente para adentro y te hace pensar en todos aquellos que alguna vez sufrieron algo así. Claramente todo esto es una herida muy grande en el alma del pueblo camboyano, sólo los más jóvenes (menores de 30) no sufrieron en carne propia lo que fue esto. Es inevitable pensar en lo que paso en nuestro país y claramente no es comparable (no estoy diciendo que uno sea peor que el otro), sino que este tipo de cosas no se pueden comparar porque se está hablando de vidas de personas. Eso si en Chile nunca se debería hablar de genocidio, porque en Chile no hubo un genocidio como tal, el cual apunta a los asesinatos (queriendo eliminar a todos) ya sea por raza, religión o nacionalidad (no entra en esto temas políticos, para eso se usa el termino de crímenes contra la humanidad). Por esto mismo el termino de genocidio en gran parte de los muertos en Camboya tampoco aplica (salvo en los caso de aquellos que eran de otras razas o países). Todo esto fue en la mañana y nos dejó emocionalmente cansados y claramente después no hicimos nada más que ver TV, comer y dormir (sólo Macaulay Culkin en “Mi Pobre Angelito 2” nos subió un poco el ánimo).
Al día siguiente en Phnom Penh, nos tocaba la otra parte de país (la bonita y de un pasado glorioso). Primero fuimos al Museo Nacional, el cual tiene una amplia muestra de la cultura Khmer. Muy interesante y además para comenzar a interiorizarse antes de ir a Angkor (los templos que están más al norte del país cerca de Siem Reap). Luego del museo fuimos al mercado central a ver que vendían (estaba bien bonito el mercado, pero no compramos nada), luego fuimos a un mall (al supermercado y aprovechamos de almorzar). En la tarde fuimos al Palacio Real (Camboya actualmente es una monarquía constitucional) y la Pagoda de Plata. Bien bonito todo esto, aunque lamentablemente no te dejaban pasear por todos los jardines que eran muy lindos, ni tampoco entrar a muchos lugares, los cuales tenias que ver de afuera. Si bien esto era bonito, encontramos que era un poco caro en consideración a lo que veías. En el lugar también hay una replica de Angkor Wat (el templo más grande de Angkor) y hay muchos monjes budistas (la mayoría muy jóvenes y usaban celular y se sacaban fotos… no eran pokemones, si no que pokemonks…jajaja). El resto de la tarde la pasamos en la heladería (que tiene unas camas sillones para echarse) poniéndonos al día con el blog (terminando el capitulo pasado). En la noche comimos y preparamos nuestras cosas para partir al día siguiente.
En la mañana nos pasaron a buscar para tomarnos el bus con destino a Battambang, el cual se supone que se demoraba 6 horas, pero se quedó en pana (sé que no se escribe así, pero no me acuerdo bien, creo que es panne) y estuvimos parados por casi 2 horas. Por suerte la cosa falló cuando estábamos parados en uno de los lugares donde se detienen para ir al baño o comer. Finalmente llegamos a la ciudad (es chica y se ve medio pobre) como a las 5 de la tarde y nuevamente nos fuimos con un tipo que nos ofreció llevarnos gratis al hotel (claramente trabajaba para el hotel) y nos fuimos para allá. El hotel estaba súper bueno, incluso con un balcón para ver el pueblo. Una pocilga muy buena. Para el resto del día solo salimos a comer.
A la mañana siguiente arreglamos con un tuktuk para que nos lleve de paseo por las atracciones de la zona. Lo primero que fuimos a visitar fue el tren de bambú. El cual consiste en que sobre la línea del tren ponen unos ejes sobre estos una especie de cama de bambú y con un pequeño motor la cosa se impulsa. Andar en eso es muy choro, igual agarra algo de velocidad (dicen que un poquito más de 50 Km/h) y cuando te encuentras con otro de estos “trenes” que viene en contra, el que lleva menos cosas se desarma y deja pasar al otro. El trencito te llevaba a una aldea donde compartimos con unas niñitas que llenaron a la Paula de joyas de hojas, además nos mostraron como producían el arroz (ya lo habíamos visto pero daba lo mismo). Claramente hubo que darles su propina, pero bien merecida, ya que además hablaban frases en varios idiomas incluido el español. Después del tren Chin Chin (el chofer del tuktuk) nos llevo a ver un puente colgante y un templo bien bonito que estaba en lo alto de un cerro, que para llegar tuvimos que subir como 390 escalones. Lo que nos llamo la atención es que pasado el templo no podías continuar por el cerro ya que habían minas antipersonales (en Camodia está lleno de minas que están desde el Khmer Rouge y son gran causante de muertes y desmembramientos). Después de eso nos detuvimos un rato a comer algo (yo no comí nada porque estaba con la guata mas o menos y la Paula se comió una sandia entera, claro que acá son más chicas) y conversar con la gente (el chofer y otros tipos locales que estaban allá) conociendo un poco más de como funcionan las cosas. Nos llamo la atención el alto nivel de corrupción, todo se arregla con un billetito, por ejemplo, casi nadie tiene licencia para manejar las motos, pero si te para la policía les pasas un par de dólares y todo bien, siempre les conviene pagar porque si no les sacan partes por cualquier cosa y sale más caro. La educación es gratis, pero si quieres aprender y pasar de curso debes pagar clases particulares (con el mismo profesor). Bueno después de eso (haciendo rally tuktuk) pasamos por un sitio con unos arboles llenos de murciélagos grandes y fuimos a unas cuevas y otro templo que estaban en un cerro. Para subir le pagamos a unos tipos que no llevaron en moto hasta arriba (el tuktuk no podía subir por ese camino) y valió la pena, porque era n lo que había que subir y hacia bastante calor. El templo en la época de Khmer Rouge había sido un centro de detención (ni los templos se salvaron de ser utilizados) y en la cueva arrojaban los cuerpos de los tipos que mataban (eran golpeados y los tiraban por la cueva hacia abajo, por lo que muchos finalmente morían por la caída). Nuevamente algo demasiado impactante y terrible. En el cerro, un poco más arriba de las cuevas había otro templo que tenia una bonita vista al valle y había unos cañones de cuando fue la guerra civil (cuando cayó el Khmer Rouge). A la vuelta a Battambang pasamos a mirar el mercado y los edificios antiguos del colonialismo francés. Luego de comer y ordenar las cosas partimos a dormir porque no tocaba viaje en bote al día siguiente.
Nuestro nuevo destino era Siem Reap, ciudad cercana a los templos de Angkor (principal motivo de visita a este país). Para llegar allá, habíamos leído y escuchado que lo más bonito era irse en bote por el río (que era el mejor viaje en bote del país) y si bien cumplió con ser muy bonito. También fue muy cansador, ya que como es la temporada seca, el rio lleva menos agua, la cosa duro 7 horas y media (eso que tuvimos suerte porque podía llegar a tomar 9 horas). Como les decimaos, el paseo fue bien bonito y el rio pasaba por entremedio del campo, aldeas (algunas flotantes) y pueblos más grandes. Lo mejor de todo son los niños que se acercaban a la orilla a saludar apenas veían que venía el bote (el día anterior en el tuktuk también hacían lo mismo y son muy bonitos y tiernos, con razón Angelina Jolie venía a adoptar niños por estos lados). Parte de la navegación es por el lago Tonlé Sap que es bien grande, parece mar y finalmente se llega cerca de Siem Reap (hay palafitos como en Chiloe) y allí te tienes que tomar algún transporte a la ciudad. Chin Chin (el tipo del tuktuk de Battambang) se contactó con un amigo de él para que nos fuese a buscar (nos esperaba con cartel escrito a computador).
Lo que viene ahora se los vamos a dejar para el próximo capitulo que esperamos que sea pronto. Síganos escribiendo, porque solo así nos dan ganas de escribir a nosotros ya que cada vez se hace más latoso (yo creo que por el cansancio). Así que eso seria y nos vemos en el próximo capitulo que no va a ser tan terrible como este.
Cosas Raras: Primero tenemos un disco pare que sale escrito en idioma local (en realidad raro para nosotros, pero muy normal que esté escrito en el idioma local). Lo segundo es de cuando fuimos al mall y nos encontramos con la señal de las cosas que no están permitidas (vean la foto). Y finalmente la súper bomba de bencina donde puede elegir entre Fanta 93 Octanos o bien ir por un Etiqueta Roja de 95 o mejor aun una Negra de 97.
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