Salimos de Singapur, cruzamos la frontera entrando a Malasia (como 25 millones de habitantes y donde la religión predominante es el Islam) y seguimos en dirección a Kuala Lumpur (capital del país), un viaje bastante cómodo y sin inconvenientes. Después de 5 horas de viaje llegamos a KL, pero el bus no te deja en una estación, te deja en la mitad de la calle y no teníamos idea donde demonios estábamos. Por suerte en todo las estas ciudades la cosa siempre está llena de malls y también se puede preguntar (acá la gente si bien su idioma nativo no es ingles, la mayoría habla lo suficiente para poder ayudarte). Finalmente cachamos donde nos encontrábamos (en un lugar bien central), almorzamos y partimos rumbo a donde quedaba nuestro hostal. Luego de tomar el monorriel, el tren y un taxi (no queríamos caminar con las mochilas y lo que cuesta el transporte acá es bien poco). Llegamos al hostal y no nos abría nadie la puerta (nos cagaron, pensamos), pero después de un rato nos abren y entramos a un capitulo de “Queer Eye for the Straight Guy” (para el que no cacha, que yo creo que es la mayoría, es un programa de TV donde un grupo de gays asesoran a un tipo heterosexual en cuanto a como vestirse, cocinar y arreglar la casa para sorprender a su mujer, polola o amiga con ventaja). El hostal era de primera, todo muy bien decorado, lo mismo que las piezas, todo impecable y claramente uno de los tipos que atendía (y uno de los dueños) era más loca que Juanito Yarur (el otro tipo era un alemán nunca pudimos cachar si eran pareja o no). La pieza era muy cómoda y teníamos TV conectada a un disco duro con miles de películas e internet (pero sin TV normal, la que si había en la sala común), así que después de lo agotados del viaje aprovechamos de descansar y de ver algunas películas, además los dueños del hostal nos recomendaron algunas actividades para hacer en la ciudad y nos dieron unos tips para ir comprar cosas (en realidad que los tipos eran un 7 muy buena onda y súper serviciales). Lamentablemente sólo había una noche disponible en ese hostal, así que para la mañana siguiente tuvimos que irnos a otro lugar y si bien no era tan bueno como el primero, estaba mejor ubicado (en el Chinatown, muy central y al lado del metro). En la tarde fuimos a la embajada de China para tramitar la visa, la que se supone que estaría lista en 4 días, pero antes tenemos que ir a una entrevista. Luego de la visa pasamos a ver por primera vez las torres Petronas. La cagó que son altas y muy bonitas. Luego de eso fuimos al mall donde venden las cosas tecnológicas y por fin nos encontramos con el viejo pascuero (compramos nuevo Netbook y un disco duro externo).
A la mañana siguiente teníamos la entrevista en la embajada a las 9 AM, llegamos con tiempo y la entrevista (que era parado en una ventanilla) duró menos que un candi (nos preguntaron porque queríamos ir, a que partes y sería, eso te lo pudo haber preguntado el tipo cuando vas a dejar los papeles y se ahorran la burocracia). Luego de eso pasamos nuevamente las Petronas para ver si habían entradas para subir, pero ya estaban agotadas (todos los días en la mañana ponen a la venta entradas para subir a las torres, pero estas se van bien rápido). Después volvimos al Chinatown, pasamos al mercado central para ver que había y encontramos un fish spa (una piscina con peces donde metes los pies y los peses te masajean, en realidad se comen las células muertas de tu piel). La Paula no se atrevió a hacerlo y yo aperré, hacían demasiadas cosquillas y era muy extraña la sensación de ver muchos peces comiéndote los pies. En la tarde nos dedicamos a ponernos al día en el blog y nuestro diario. Más tarde fuimos a ver las torres de noche que también son un espectáculo. En realidad que nos gustaron mucho.
A la mañana siguiente fuimos a recorrer el Museo de Arte Islámico (muy interesante, con repicas de las mezquitas más importantes del mundo y una amplia muestra de la cultura Islámica). Luego recorrimos algo de jardín botánico y pasamos al parque de mariposas (muy bonito, lleno de mariposas de todos tipos y colores sueltas por el parque). Luego íbamos a ir a un templo, pero antes pasamos a un mall para almorzar, vimos un supermercado (era un Carrefour muy grande con muchas cosas para ver y comprar) y aprovechamos de comprar algunas cosas que nos hacían falta (otras no tanto). Pero cuando salimos vimos la hora y cachamos que se nos había echo tarde para ir a templo (en realidad ya hemos visto muchos templos y perdernos uno, a no ser que sea algo demasiado espectacular, da lo mismo). Para llegar a ese mall nos tuvimos que tomar el tren (acá hay metro, tren y monorriel) el cual tiene un carro que es solo para mujeres, o como le decimos nosotros “juanitas” (en el idioma local dice wanitas).
A la mañana siguiente nos levantamos bien temprano (a las 6AM), para poder ir a buscar entradas para subir a la torre. Llegamos y ya habían muchas personas antes (nosotros teníamos el numero 60), eso que aun faltaba más de una hora para que comiencen a vender los ticket. Finalmente lo más temprano que pillamos fue a las 11.15, así que como eran un poco menos de las 9 teníamos mucho rato que matar. Lo primero que hicimos fue ir a buscar las visas a la embajada (estaban listan, cero problema, podemos entrar a China y nos costaron más baratas que en habiéndolas sacado en Chile). Después nos echamos un rato en el KLCC que es el parque donde están las Petronas y así llego el momento esperado de subir a las torres. Para subir te hacen pasar por detectores de metal y no puedes subir con bolsos. La primera parada es el puente que une las dos torres que está en el piso 41 a una altura de 165 metros del suelo, hay una vista muy bonita, si bien es heavy estar en un puente a esa altura, en el contexto de los más de 400 metros que tiene la torre, no es ni la mitad. La segunda parada es el mirador de la torre en el piso 86, ahora si que estas bien arriba, de hecho en el ascensor se te llegan a tapar los oídos (es muy rápido). La vista de la ciudad es espectacular, ves absolutamente todo, hasta que se te pierde la vista en lo cerros del fondo. Por la forma de la torre (los pisos de arriba son más chicos que los de abajo), no ves directamente la altura en la que te encuentras, pero es muy alto. Lo otro chora que había es que con la entrada uno se paraba frente a un TV y aparecía en la pantalla con unas torres en tu mano.
Después la visita a las Petronas, recorrimos un poco la zona del Golden Triangle, donde hay muchos malls y hoteles de lujo. Pasamos nuevamente al mall de los computadores para ver cuanto ofrecían por el computador antiguo (era tan poco que preferimos no venderlo y dejárselo a alguien o romperlo, pero antes le sacaríamos el disco duro para guardarlo y usarlo de respaldo). Cuando pasamos por el mall, justo estaban haciendo un concurso que tenias que adivinar que modelo de celular era el que mostraban borroso en una pantalla y le preguntaron a la Paula. Ella contestó al achunte y ganó, le hicieron decir un saludo en chino (como se viene el año nuevo chino, y no sé que dijo, pero todos se rieron) y le dieron sus premios (unas poleras y un kit de viaje como los de los aviones en primera clase). Afuera de otro mall había una exposición de la UNICEF (que comenzó en Alemania el 2002 y que a paseado por el mundo) con unos osos pintados de varios países, donde estaba Chile, claro que era el oso más feo, el que lo pintó debió haber sido por pituto (un tipo de apellido León lo hizo y decía embajada de Chile en Alemana año 2002… será amigo de don Ricky Lake) porque de verdad que nos dio rabia lo feo y poco representativo que era en relación al resto de los osos que vimos. En la tarde fuimos a Batu Caves que son unas cuevas con unos templos hindúes donde para llegar tienes que subir 272 escalones (como 17 pisos, la altura que vivíamos en el depto en Santiago, así que ya estábamos entrenados). Además de los templos, la cosa esta llena de monos ladrones que si pasa alguien comiendo algo se le tiran encima a sacárselo (nosotros no llevábamos nada, así que no tuvimos problemas con ellos). La cosa era bien bonita, además que tenia una buena vista de a ciudad. Luego de eso comida y vuelta a la pocilga donde me puse a trabajar en sacarle el disco duro al computador. El muy desgraciado (ya con la cosa de la pantalla mala nos tenia chatos) tenia todos los pernos rodados y, si bien no quería hacerlo, no me quedo otra que romperlo entero para sacar el disco. Una vez que la tarea estuvo hecha, a dormir.
Al día siguiente nos levantamos tarde, reservamos el bus para lo que se venia que es el parque nacional Taman Negara y además los vuelos y hotel para ir a Hong Kong en el año nuevo chino. En la tarde pasamos por un museo que tenia repicas de los edificios emblemáticos de la ciudad y la historia de ésta. Luego paseamos por el centro, pasamos nuevamente al Central Market (esta vez la Paula se atrevió con el spa de peces) y paseamos por el barrio chino (vendían la camiseta del Barcelona con el nombre de Alexis, no la compramos) donde nos compramos unas camisetas del Chelsea, equipo que no me gusta, pero eran las de Drogba (un jugador marfileño para el que no sepa quien es. Y que su apellido justo son el inicio de los nuestros Droguett-Bascur, así que vamos a estar uniformados…jajaja). En la noche volvimos a Bukit Bintang (Golden Triangle) y nos encontramos una billetera botada (era de un chino-ausraliano, con poca plata, pero sin ningún teléfono o e-mail) la que al final se a entregamos a unos policías (me tincan bien truchos, pero al día siguiente nos íbamos de KL en la mañana y no teníamos más opción). Luego de comer nos fuimos de vuelta a la pocilga a armar las mochilas para partir.
A la mañana siguiente levantada temprano y nos fuimos a Taman Negara en un bus que hacia más frio que en Siberia (estaba tan fuerte el aire acondicionado que pedimos todos los del bus que lo apaguen, no había termino medio). Después de 3 horas llegamos a Jerantut que es donde tomaríamos un bote que te lleva por un río a través de la selva malaya. En la espera conocimos a una pareja de abuelitos de EEUU (estaban cerca de los 80), muy agradable y sobre todo muy aperrados. Le costó un poco partir al bote, pero al final salimos. En el trayecto, que duró otras 3 horas, vimos búfalos de agua, monos, muchas aves y un jabalí ataco al bote (le pegó un cabezazo). Finalmente llegamos a la aldea de Kuala Tahan en la entrada del parque, allí tomamos una pieza (bien cómoda y con baño occidental, salvo porque la ducha esta junto al WC, algo usual por estos lados) y en la noche hicimos un safari nocturno, en el cual ibas atrás de una camioneta paseando por unos caminos y veías algunos animales (vimos unas especies de mono, una serpiente, aves, un zorro laucha, un mini leopardo, chanchos y vacas), en realidad la cosa no nos gustó mucho ya que el tipo explicaba bien poco y era medio latero (incluso me comencé a queda dormido).
A la mañana siguiente tomamos un tour por el parque donde primero fuimos al puente colgante más largo del mundo (claro que tiene estaciones en la mitad, son 11 secciones que en total lo hacen el más largo) y que en la parte más alta tiene como 45 metros (como hay tanto árbol abajo, no se siente la altura). Luego el tour siguió a unos cerros, donde el guía nos mostró varias cosas, como hormigas gigantes, de donde sacar agua, plantas venenosas, como comunicarse, distintos tipos de arboles y sus usos, en general bien choro. En este tour estaban también la pareja de EEUU que les contamos y aperraron todo el camino que en algunas partes no era nada de fácil. Nosotros estábamos más transpirados que caballo de bandido, además que acá recomiendan usar polera de manga larga y pantalón largo por los bichos, incluidas sanguijuelas (nosotros no vimos ninguna). En la tarde fuimos a visitar una aldea de gente autóctona, donde vimos como hacían fuego (muy bueno y rápido el sistema, con un arco y un palo) y fabricaban los dardos con que cazan animales (tiramos un par de dardos y al final nos resultó). El tour además era con una pasada por los rápidos, donde quedamos empapados y por una cuerda en que te tirabas al rio a nadar (muy entretenido me tire más de 15 veces, tengo los brazos muy adoloridos por eso, la Paula lo intento un par de veces, pero no le resultó). Luego de ese día tan agotador, sólo nos quedó acostarnos, su buena película en el computador nuevo y tuto, ya que mañana comenzábamos el viaje a las playas.
Para llegar a la isla de Langkawi (las playas donde vamos a ir primero) hay que pegarse primero un viaje de 5 horas hasta Cameron Highlands, luego pasar la noche allá (o los días que quieras) y luego tomarte otro bus o liebre que luego de otras 5 horas te deja en el ferry para cruzar a la isla, el que se demora una hora y media.
Lo que viene después ya va en el próximo capitulo del blog. Esperamos que les haya gustado este y que nos cuentan más de como van las cosas por allá en Chile (siempre nos termina contestando la misma gente, pero tú que estas leyendo ahora y que no nos has escrito ni contado nada, hazlo ahora, si no, no puedes leer el blog… jajaja broma, escriban los que quieran).
Cosas Raras: como siempre en estas partes del viaje las cosas raras son muchas, como los baños orientales (que hasta ahora no hemos tenido que usarlos), pero que tuvimos que buscar en internet como usarlos para estar preparados (gracias Wilbur, vean el link es very very bueno: http://www.youtube.com/watch?v=dKkryfdtMNQ). Las camas que solo tienen sabana abajo y arriba te tapas como con una toalla grande. Pero lejos lo más freak es que a la hora de almuerzo en un canal local dan “Bellas Calamidades”, una teleserie mexicana o venezolana que la dan con subtítulos en malayo y lo más jocoso es que las niñas que hacían el aseo en la pocilga la veían religiosamente.
“¡Hágalo Por Favor! No sea idiota”: en Singapur no nos pasa nada, pero ahora tenemos nuevo material. Primero, cuando llegamos a KL fuimos a comer, pagamos la cuenta y al día siguiente viendo los papeles para botar, encontramos la cuenta y no era la nuestra, pagamos un solo poco mas (como 500 pesos), a pesar de haber sido poca la diferencia, por favor fíjese en la cuenta cuando la pague. Segundo, después de comprar el computador nos fuimos de vuelta a la pocilga, nos bajamos del monorriel, salimos de la estación y recién en es momento nos dimos cuenta que nos bajamos en una estación que no era la que queríamos. Si se va a bajar del metro, bus, tren o lo que sea fíjese que se bajo donde corresponde. Finalmente lo mas idiota, es que ordenando la mochila de la nada apareció el disco duro externo antiguo que habíamos dado por perdido (Felipe fue testigo en vivo del pastelazo mientras hablábamos por skype) cuando ya habíamos comprado uno nuevo. Filo, mejor así nos aseguramos de tener todo bien respaldado.
Ultimas Noticias: supimos que hubo un terremoto en Indonesia, pero acá no se sintió nada ni tampoco hubo alerta alguna de Tsunami, así que para los que se hayan preocupado, estamos bien y para los que no se preocuparon, también estamos bien.
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