DONDE NOS ENCONTRAMOS


Ver Viaje en un mapa ampliado

miércoles, 4 de enero de 2012

Indonesia: Capítulo 2 - Yogyakarta

Como les habíamos comentado en el capitulo anterior, cambiamos un poco el itinerario y nos fuimos a la isla de Java a Yogyakarta (también se puede escribir Jogjakarta) o como le dicen los locales Yogya. Para llegar allá desde Bali, nos tomamos un bus que duró 18 horas (no se nos hizo tan largo). El bus era bastante cómodo (no ibas 100% acostado, pero si bien reclinado y ni el asiento de adelante ni la persona de atrás te molestaban), incluía comida, el ferry y por si fuera poco, tenía tv donde pusieron unos karaokes (en indonesio, era como el Antonio Ríos local… muy freak). Las carreteras en Indonesia son malas y el tráfico es terrible, el chofer que nos tocó era un piloto de fórmula 1 arriba de un bus, ya que iba soplado, adelantando a todo lo que se le pusiera por delante. En fin, llegamos al terminal de Yogya, y luego de negociar con los taxistas (no querían usar el taxímetro los muy frescos, al final el que nos llevo lo hizo y nos salió más barato) llegamos a Sosrowijayan (el barrio que nos íbamos a quedar cerca del centro). Como no teníamos nada tomado, nos tuvimos que poner a recorrer para buscar algo (mucho calor), finalmente después de dar unas vueltas entre calles y callejones, encontramos algo más o menos decente y que no fuese muy caro (en plata de acá). Nos costó un poco la búsqueda porque como era navidad, las cosas estaban llenas y los precios más altos. Nuestro primer día fue más de descanso (habíamos llegado a Yogya a las 8 AM después de la travesía en bus). Encontramos un restaurante con Wi-fi, vimos un mall (con algo de ambiente navideño, incluido un tipo disfrazado de viejo pascuero, claro que medio negro y chino con barba de algodón) y un supermercado (ya les mencionamos de nuestra adicción).  En esta parte de Indonesia la mayora de la gente es musulmana, por lo que es común ver a las mujeres tapadas (no tan extremo como los talibanes, pero si con el pelo, los hombros, brazos y piernas tapadas), además de oír los rezos de las mezquitas (rezan con parlantes). Como les mencionamos en el capitula anterior, la idea de venir acá es de ver los templos de Borobudur y  Prambanan, así que para la mañana siguiente programamos la visita a Borobudur.

La mejor hora para ir a Borobudur en la mañana (menos calor y menos gente). El templo lo abren a las 6 AM, por lo que te pasan a buscar al hotel a las 5AM (nuevamente madrugando). Borobudur significa templo de la montaña y es el templo budista más grande del mundo. Llegamos al parque donde está el templo y nos dirigimos a éste. El templo es muy lindo (de lo más bonito que hemos visto), una estructura muy chora, llena de pequeños detalles, realmente maravilloso. Además el lugar lo tenían muy bien cuidado (para ser Indonesia), casi sin basura y sin que la gente fume o coma. Para pasearte también deber usar sarong, pero acá te pasan uno. La única lata es que por esta época aprovechan las vacaciones para hacer los viajes de estudios, así que la cosa estaba más llena que de costumbre. A la vuelta del templo, pasamos por otro templo más chico y un monasterio budista (era moderno).














Al final volvimos al hotel pasado las 10 de la mañana, así que aprovechamos de dormir un rato. Luego de eso fuimos a recorrer y caminamos por la calle principal (Jl Maliboro) hasta el palacio (ya estaba cerrado), vimos muchas tienda, puestos de comidas y lo que se les ocurra que se pueda comprar. Después nos volvimos para tratar de ver el tema de los pasajes a Singapur y arreglarnos para nuestra súper cena de navidad. La cual fue en el restaurante que comíamos casi siempre, pero que esta vez tenía un menú especial por la fecha, el que consistía en tallarines con salsa boloñesa (igual estaban súper ricos). Además habían tragos especiales (jugos mesclados con colores navideños) y música en vivo. El viejito pascuero eso si no nos visitó, parece que se va a juntar con nosotros en Singapur para darnos nuestros regalos.




Al día siguiente desayunamos temprano tipo 8, ya que nos conectamos con Chile para tener una Navidad virtual (por Skype), primero con la familia de la Paula y luego con la mía. Al final el desayuno duró hasta pasado las 11 de la mañana. Después de almuerzo teníamos contemplado ir a Prambanan, el otro templo que hay en la zona, el cual es un templo hindú (el más alto). El templo está situado en algo así como el Parque O’higgins, así que además del templo mismo, hay otros templos y actividades como paseos a caballo, museos y bicicletas. Este templo, también es muy bonito (nos gustó más Borobudur) con muchos detalles en las rocas que van contando historias según a que Dios está dedicado cada uno de los sectores. Este templo lo estaban comenzando a restaurar y no era tan limpio como el otro que fuimos el día anterior (acá se podía fumar y comer). Además del templo, aprovechamos de recorrer el parque arrendando una bicicleta tándem (para dos personas). Nunca habíamos andado en una e igual es entretenido. En el parque además pasamos a un museo de los templos, a otro templo budista más chico y vimos a un Tele Tubbie y a Winne the Pooh (esté ultimo parece que no estaba bien alimentado…jajaja). El tour lo tomamos en la tarde para ver la puesta de sol en el templo, pero en realidad esta no tenía ninguna gracia, más allá de estar viendo el templo, claro está.















Al día siguiente fuimos a recorrer nuevamente el centro de la ciudad, esta vez entramos al palacio y para llegar hasta allí nos tomamos un carito en que te lleva un tipo pedaleando (es como las bici de heladero, pero con asiento adelante y techo. El palacio era bonito, aunque después de haber ido los días anteriores a los templos, la cosa no tenía mucho atractivo. En la tarde aprovechamos de descansar (la Paula se puso a ver una teleserie que no entendíamos nada de lo que hablaban, pero algo cachamos de la trama… lamentablemente es nuestro ultimo día acá así que no sabremos que pasó después) y armar la mochila para partir al día siguiente.






Al final para  ir a Singapur, lo más barato que encontramos (por ser Navidad y Año Nuevo, todos los precios estaban inflados) fue tomar primero un vuelo a Yakarta (capital de indonesia) y de allá a Singapur. Nos habían dicho que lo más económico (estábamos un poquito pasados de nuestro presupuesto para indonesia) para llegar al aeropuerto es irse en micro del Trans-Yogya (Como el Transantiago, pero local) que era con aire acondicionado y además teníamos la experiencia de andar en transporte público en este país. La micro, si tenía aire acondicionado, pero era un poco chica y además tuvimos que hacer transbordo en una estación enana lleno de gente muertos de calor. En fin legamos al aeropuerto y tomamos nuestro avión (Lion Air, en un bus clásico hay más espacio para las piernas) a Yakarta. Después de volar por más de una hora llegamos al aeropuerto, el cual lo encontramos reguleque. Allá almorzamos y esperamos par nuestro vuelo a Singapur, el cual se demoro más en partir, primero en abordar y luego al borde de la pista esperando para despegar.



Eso fue todo en Indonesia, donde primero pasamos por Bali, que si bien nos gustó mucho, esperábamos algo distinto. Y luego fuimos a ver los maravillosos templos. Claramente este país no clasifica para vivir en él (para nosotros al menos), pero si para una visita para conocer sus hermosos paisajes naturales, rica cultura, simpática gente y deliciosa cocina.

Cosas Raras: Claramente vimos muchas cosas raras, pero sin duda lo que más nos llamó la atención es que la gente en la calle, templos o donde sea, te pide sacarte fotos con ellos como si uno fuese una superestrella del cine, cantante o algún deportista famoso. Era bastante divertido ver como se te acercaba la gente (“Mister, Miss, can I take a photo with you?”) y te sacabas la foto con toda la familia o grupo de amigos.

¡Hágalo Por Favor, No Sea Idiota!: no nos pasó nada idiota esa vez. Pero como consejo es que si les gusta la navidad, pásenla en algún lugar donde la celebren y halla ambiente navideño.

No hay comentarios: