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sábado, 7 de abril de 2012

Tailandia: Capítulo 2 - Bangkok

Llegamos a Bangkok un poco antes de las 6 AM y comenzó inmediatamente la búsqueda, la cual no fue tan corta como esperábamos (igual ha cambiado el barrio algo desde la ultima vez que vine, sobre todo los precios). Finalmente encontramos algo (pasado las 7 AM) y nos instalamos. La primera misión que teníamos era ir a ver lo de la visa de India (motivo principal de la larga visita a esta ciudad). El lugar donde teníamos que ir queda lejos de donde estamos, pero vimos que hay una micro que nos deja en la puerta, así que decidimos tomarla, así no tenemos que negociar con los tuk tuk y además es muy barata, claro que también en bien penca, hasta las micros amarillas eran más modernas (también existen recorridos con micros modernas con aire acondicionado, pero ese no era el caso y esas son más caras). Luego de hacer el tramite de la visa para India (estuvimos como 1 hora en eso), fuimos al Siam Paragon, que es un mall, súper grande y pituco, con tiendas de todas las marcas de lujo que se te puedan ocurrir y además tiendas con autos, pero no cualquiera, si no que autos acordes con el resto de las tiendas (el más penca era BMW). Luego de eso volvimos a la pocilga (lluvia de por medio) y nos dimos cuenta que el aire acondicionado de la pieza no funcionaba, tras un poco de tramite, nos cambiaron a la pieza del lado donde si funcionaba (en esta ciudad el calor y la humead producen que el AC sea algo que hace, sin duda, la estadía más grata). Esto nos hizo decidirnos por buscar otra pocilga (además que esta tenía las camas separadas) durante la tarde, finalmente encontramos una que nos gustó (tiene Wi-Fi en la pieza, algo no tan común por esta ciudad, a medida que la cosa es más desarrollada, menos Wi-Fi gratis se encuentra) la que ojalá tenga espacio para el día siguiente porque se supone que ahora no tenía. Para comer en la noche, primero intentamos con un truto de pollo asado con una papa cocida (algo que hace mucho no veíamos, compramos solo uno para probarlo, pero el pollo tenia un poco de ajo). Luego comenzamos (en realidad, comencé, la Paula se comió un Subway) también a probar la rica comida local que venden en la calle (mucha gente come en la calle) y me rencontré con la Chang Beer (la cerveza local).



Al día siguiente nos cambiamos de pocilga, no estaba disponible la pieza que habíamos visto, pero la que nos dieron estaba buena, el único pero es que no tenía ventana, aunque esto la hace más segura y  menos ruidosa, además el colchón era de los mejores que nos ha tocado en el último tiempo. El resto del día lo usamos en planificar lo que se viene (cotizar pasajes de avión, tren, armar los itinerario, etc.) y ponernos al día con todas nuestras cosas. En la noche fuimos a comer a un puesto callejero (es más que un carro, ya que tiene mesitas con toldo) y vimos un show de un tipo que dominaba con la pelota y otro de unos tipos que se pusieron a pelear (un curado jugoso se puso a molestar a un tipo, en resumen, vasos rotos de por medio, un poco de sangre y con actuación especial de la policía… este tipo de cosas no me había tocado verla la vez anterior y a parecer tampoco es usual ahora).


A la mañana siguiente nos levantamos para ir a ver el Templo del Buda Esmeralda y el Grand Palace, los que están juntos y que están bien cerca de donde estamos. El templo (que tiene otro nombre, pero toda la gente lo conoce así) donde se encuentra la figura del Buda de Esmeralda que es muy venerada e importante en Tailandia. Está hecho de una sola pieza de esmeralda y ha pasado por muchos lugares (Chiang Rai, Chiang Mai, Luang Prabang, etc.), hasta llegar donde se encuentra hoy. Además le ponen una ropa (de oro) que se le cambia según la estación del año (tiene ropa para la temporada de lluvia, de calor y de frío, el rey es el encargado de cambiar la ropa) El templo (que son varios edificios y que en el principal se encuentra el buda) es precioso, lleno de detalles, murales pintados, estatuas e incluso hay una replica de Angkor Wat (el templo de Camboya). Después del templo uno entra al Grand Palace que es el palacio real (en realidad el rey ya no lo usa para vivir, solo para algunas ceremonias, pero la cosa es muy bonita), hay guardias tipo los de Inglaterra (de esos que no se mueven), lindos jardines y unos museos con armas y cosas de la cultura local y de como han restaurado el complejo. Claramente todo esto estaba lleno de gente, muchos tour y también vimos a un grupo bien grande de niñas scouts. Para recorrer el lugar (ambos) arrendamos una audio guía en español, la cual te contaba sobre los distintos lugares, la cual si bien ayudaba con la visita, no era tan buena. Lo otro es que para entrar debes ir vestido correctamente, es decir no mostrar piernas y hombros cubiertos (tanto hombres como mujeres). Si no lo estas, te prestan ropa, como fue nuestro caso.











Terminado lo anterior fuimos al Wat Pho o más conocido como el templo del buda reclinado (acostado), el cual es de verdad muy lindo y grande, esto ultimo llama la atención ya que siendo una figura tan grande, igual se encuentra en su totalidad bajo techo. En ese templo también hay unas piletas, muchas estopas y figuras de buda. Después del templo fuimos al MBK, que es un mall (cerca de donde estuvimos el día anterior) y para llegar tomamos una micro, eso si no contábamos con que el taco iba a ser tan grande que nos demoramos 1 hora 45 minutos en un trayecto que no deberían ser más de 20 minutos. Al llegar comimos algo (eran como la 5 de la tarde y no habíamos almorzado) y como premio a nuestro esfuerzo, nos encontramos que ese día, afuera del mall hay una exhibición gratis de Mouy Thai (boxeo tailandés, el mismo de las películas, donde además de pegarse con los puños, se pegan codazos y patadas). Esto era algo que queríamos ver  y no defraudo para nada, muy entretenido y estuvimos casi en primera fila. Era choro ver (además de las peleas) como la gente gozaba, ya que acá es el deporte más importante, el cual incuso practican en los colegios (es curioso que un país donde en su mayoría son budistas, los que son muy pacíficos, tengan como deporte nacional sacarse la cresta). Luego de eso pasamos al súper, contratamos unos tour para los próximos dos días y vuelta a la pocilga.







Al día siguiente nos pasaron a buscar temprano y partimos a Ayutthaya que es una de las capitales antiguas de Tailandia. En donde hay muchas ruinas de templos y palacios. Cuando íbamos saliendo de Bangkok, el bus chocó en una esquina (en realidad paso a llevar a otro auto, pero al bus ni a nadie le pasó algo, solo al otro auto que le voló un pedazo del parachoques) y eso nos hizo perder mucho tiempo. Durante el día vimos varios templos y estatuas, pero el más bonito de todos era una cabeza de buda a la que le había crecido un árbol rodeándola, quedando en medio de las raíces. En ese tour conocimos a una pareja de chilenos (Maureen y Kurt) que habían ido a visitar a su hija en Hong Kong y aprovecharon de pasar por India (nos dieron varios datos) y Tailandia. Después conocimos a otra pareja más que estaban de luna de miel. Acá en Tailandia andan varios chilenos dando vueltas. A la vuelta del tour comenzamos con la operación de reducir nuestro equipaje, la idea es ir a India y China con unas mochilas más chicas y livianas, por lo que tenemos que seleccionar que cosas siguen, cuales mandamos de vuelta (por correo junto a algunas cosas que compremos) y cuales botaremos.












Al otro día nuevamente levantada temprano (a las 6 AM) para ir al otro tour, el que nos llevaría al mercado flotante, al puente del río Kwai y al templo de los tigres. Nos pasaron a buscar y lo primero que nos damos cuenta es que hay otra pareja de chilenos en el tour (de 7 que partimos 4 éramos chilenos). El mercado flotante fue el primer destino y consiste en una feria llena de puestos en los que las calles son de agua, o sea para recorrer y comprar hay que tomarse un bote. Bien bonito y pintoresco, pero claramente los precios están inflados. Aun así terminamos comprando un cuadro de fotos que esperamos poder mandar para Chile. Además como el desayuno había sido medio pobre, aproveche de comer algo (una sopita local que son muy ricas, a la Paula no le tincan mucho porque tiene ajo). Después del mercado, nos tomamos un bote que nos paseo por el pueblo en que estaba el mercado flotante y nos dejó en un lugar donde había unos show de serpientes (había que pagar a parte y no nos tinco mucho, además que no teníamos idea que pasaríamos por allí, acá se usa mucho el llevarte a lugares así y la agencia se gana una comisión por parte de los dueños del lugar extra que te llevan). Haciendo hora en ese lugar, nos pusimos a conversar con la Claudia y Diego (los chilenos, ella kinesióloga y él doctor) y nos contaban que están de vacaciones y que era la 2 vez que Diego andaba por estos lados (él había estado hace 6 años por acá). Luego de volver a la van y de dar muchas vueltas (estaba bien perdido el chofer) pasamos almorzar (rico pero tuvimos que apurarnos por el rato perdido por culpa del chofer). Lo siguiente fue el río Kwai, que más allá del puente (que tampoco tiene mucha gracia, salvo el viejito que tocaba la típica canción en violin) no es más, igual es un lugar histórico y bonito, pero nada del otro mundo. 







Después de eso venía lo que estábamos esperando, el Templo de los Tigres (la vez anterior yo había venido, pero se me acabó la batería de la cámara y no tengo fotos con los tigres). Llegamos al templo a eso de las 3 de la tarde (el chofer se fue volando a como 130 Km/h, porque la cosa cierra como a las 4). Llegamos al lugar y nos fuimos a sacar las fotos con lo tigres, esta vez encontré que algunos estaban más despiertos. Es increíble estar allí junto a esos tremendos animales, tocándolos y pensar que se puede dar vuelta y de un zarpazo partirte. Igual los tipos se preocupan de la seguridad, por ejemplo todo el tiempo que estas cerca de los tigres hay un tipo junto a ti, no te puedes acercar de frente al tigre y no se pueden usar ropas de colores llamativos. Algo que no nos gustó es que el personal (no los monjes) son medios pesados y prepotentes. Después de sacarnos las fotos con los tigres, se los llevaron a sus jaulas y en el intertanto podías caminar junto con ellos y llevar la correa. El tigre todo el camino va marcando el territorio y en una de esas me llego un poco de pipi en la mano (yo creo que le dio medio estar junto a mi y se hizo… jajaja). Después tratamos de ir a ver a los tigres guaguas, pero se los estaban llevando a dormir y no pudimos estar con ellos, esto fue bien decepcionante y la culpa de eso es de los tour que te llevan muy tarde al templo (antes de que cierre) y no puedes estar tanto tiempo (para entrar al templo hay que pagar una entrada que no es nada de barata, casi 10 lucas). Esto igual nos apestó un poco, así que como dato útil, si alguien quiere ir a esto, que vaya por su cuenta o se tome un tour que llegue temprano allá (tipo mediodía). La Paula se fue a la van y yo me quedé dando una vuelta y vi que Diego y la Claudia se habían puesto a conversar con un monje que nos llevo a ver unas jaulas con leones y nos mostro un poco el templo, además nos contó más sobre como eran las cosas, lo divertido era que el monje hablaba español ya que su mamá era mexicana y nació en EEUU (y ahora es monje budista en Tailandia). Para la noche quedamos de acuerdo con los otros chilenos de ir a ver una exhibición de ping-pong (parece que auspiciaba la Pepsi, bien choro y pintoresco, pero penca que no dejen sacar fotos) y a la vuelta nos fuimos a tomar unos tragos. Estuvo muy entretenido y lo pasamos muy bien. Quedamos de acuerdo para vernos al día siguiente para ir a un mercado nocturno.













Como estábamos bien cansados después de dos días de levantada muy temprano y además el día anterior nos acostamos tipo 3.30, dormimos hasta tarde. Salimos, almorzamos y queríamos ir al templo Wat Arun, que se encuentra al otro lado del rio Chao Phraya en lo que era una de las antiguas capitales del país. Para llegar allá, te tomas unos botes (ferry pero más penca), pero nada esta muy bien señalizado, así que nos pasamos (decidimos dejarlo para otro día o bien para cuando volvamos a Bangkok) y finalmente nos tomamos el metro y fuimos a MBK. En el mall (que tiene puestos baratos) cotizamos mochilas nuevas y un sin número de cosas para comprar. Cuando nos habíamos subido al metro había comenzado a llover (con relámpagos y truenos) y a la vuelta seguía así. Nos juntamos con la Claudia y Diego y comenzamos a cachar como ir al mercado. Finalmente uno de los taxistas nos dijo que estaba cerrado (algo muy típico que te dicen, para después llevarte a otro lado donde reciben comisión), averiguando en el hotel de ellos nos dijeron que efectivamente hace 3 meses lo habían cerrado. Finalmente nos encontramos con otro chileno más (Roberto, que lo único que quería era hablar español chileno) y fuimos a tomar unas cervezas conversando, muy entretenido. En la noche nos contactamos con el grupete de amigos que estaban haciendo un rico asado en Chile (que se hecha de menos todo eso, los amigos, un buen asado, etc.) y nos volvimos a acostar súper tarde.




Al otro día nos levantamos tarde y fuimos en metro al mercado del fin de semana, llamado Chatuchak. Este es uno de los mercados más grandes de Bangkok y hay absolutamente de todo. Como habíamos decidido enviar algunas cosas a Chile de vuelta (para dejar de llevar tanto peso), aprovechamos de comprar unas mochilas más chicas y algunas cosas para mandar, en realidad la que más aprovechó fue la Paula que se compró varias cosas. En el mercado estuvimos dando vueltas hasta que oscureció. Después pasamos a comer al Mall y luego fuimos a un supermercado para comprar cosas para llevar a India y China, ya que no sabemos bien con que cosas nos vamos a encontrar y varia gente nos dijo que habían llevado algo de comida. Luego de eso a dormir.


Ya estábamos a lunes nuevamente y teníamos que ir a buscar nuestras visas para India. Eso si, para recoger las visas teníamos que estar en la agencia pasado las 2 de la tarde, por lo que teníamos que hacer algo en la mañana y fuimos a la casa museo de Jim Thompson, que era un gringo que vivió acá en Tailandia y que fue un gran impulsor del mercado de la seda (exportaciones) en este país, además de estar muy interesado en la cultura. La casa y el museo son muy bonitos, tiene un lindo jardín y las cosas que venden son maravillosas (claro que son caras). Después fuimos a buscar las visas (ningún problema, eso si nos esperábamos que fuesen más bonitas). Ya en la pocilga, armamos las mochilas y luego a comer y un merecido masaje en los pies.



Nuestro ultimo día completo en Bangkok y nos levantamos nuevamente sin despertador, almorzamos y partimos a ver la Mansión Vimanmek. Casa donde habitaba el rey que es de madera (una de las casa de madera más grandes del mundo, un mediaagua bien humilde…jajaja) además en ese lugar, que hay unos hermosos jardines, están el antiguo salón del trono y el nuevo, que son muy lindos y que en su interior tienen una muestra de arte Thai. Las cosas son espectaculares, lamentablemente a nada de esto te dejan sacarle foto por dentro, pero la cosa es demasiado bonita. Para entrar a estos lados tienes que ir sin mostrar hombros ni piernas y se nos olvido eso cuando salimos y tuvimos que comprar una polera para la Paula y un par de sarongs (uno bonito para la Paula y uno barato para mi). A la vuelta habían cerrado a calle por donde pasaba la micro que nos servía, porque montaron una feria callejera (otra más), así que nos metimos (esta era con entrada) a ver, compramos un par de cosas de comer y nos volvimos a nuestro barrio. Allá compramos las Lonely Planet (guías de viaje) de India y China, pasamos a comprar las ultimas cosas, comimos y nos dimos el último masaje de pies (estos días hemos caminado tanto que esto ya se transformaba en necesidad). En la pocilga ordenamos las últimas cosas, aprovechamos internet y a dormir.





Levantada temprano y esperar que nos pase a buscar el transfer para ir al aeropuerto, nuestro vuelo sale a las 12.35, pero decidimos salir con mucho tiempo por si nos pillábamos un taco grande. Llegamos súper bien al aeropuerto, comimos algo y salmos de Tailandia… nuevo destino India, 11° país que visitamos en el viaje. Lo que se viene ahora es parte del próximo capitulo, en este momento estamos en India y hasta ahora todo muy bien.

Cosas Raras: Como siempre en estos lugares vimos varias cosas. El primero es otro niño con peinado raro que vimos en el boxeo, pero este a su vez era también un corre mano, ya que cada vez que pasaba la modeloca (malita), el cabro le agarraba las piernas o algo más. Ver letreros comunes, pero en otro idioma llama la atención, como este de un conocido restaurante de comida rápida. Finalmente un una feria encontramos el uso que le dan en este país al hilo dental, no lo usan en los dientes, sino que en la cara como tratamiento de belleza.



“¡Hágalo Por Favor! No sea idiota”: Llevábamos más de una semana en el barrio en que estábamos y recién en ese momento nos dimos cuenta que teníamos un supermercado al lado y que no lo habíamos visto y peor aún, yo me acordé después de haber ido alguna vez allí  la vez anterior que estuve acá. Hubiésemos sabido antes y no habríamos tenido que cargar bolsas. Así que siempre vean bien que hay cerca suyo antes de ir a buscarlo más lejos.

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